Page 34 - Diplomacia
P. 34

3er. Congreso Internacional del
                                                                                                  Deporte y la Cultura Física






             internacional, aumentar el prestigio internacional de un estado o fomentar la
             aceptación en el escenario mundial. Un ejemplo de lo anterior es la organización
             de los Juegos Olímpicos en Tokio en el año 1964, cuyo éxito significó el regreso
             definitivo de Japón a la comunidad internacional, después de las tragedias
             de Hiroshima y Nagasaki.
                 También se puede mencionar la organización de los Juegos Olímpicos que
             le siguieron, México 1968, los cuales permitieron presentar al mundo a esta
             nación. El evento, además de impulsar la imagen del país como uno moderno
             y cosmopolita, también se enmarcó de los convulsos cambios sociales que
             sucedían en el mundo. Las dos alemanias se presentaron por separado y
             Sudáfrica fue excluida por mantener políticas racistas como el Apartheid. En
             este punto, el deporte y la política ya se encontraban vinculadas.
                 Asimismo, los Estados surgidos a raíz del proceso de descolonización
             buscaban su consolidación como actores en el tablero internacional pero, al
             mismo tiempo, procuraban definir un perfil propio y diferenciado de los grandes
             bloques de la Guerra Fría, lo que llevaría a la aparición de diversos juegos
             deportivos regionales amparados por el COI, como los Juegos Panamericanos,
             los Mediterráneos, los Asiáticos, los Panárabes o los Panafricanos; así como otros
             eventos deportivos que no serían reconocidos por el COI. En este escenario,
             pequeños estados como Cuba aprovecharían la oportunidad para abrir su
             propio camino en el sistema deportivo internacional.     28
                 La diplomacia deportiva del siglo XX va más allá de los megaeventos y no se
             limita a ser solo un instrumento de poder. Los estados han utilizado el deporte
             para facilitar el diálogo entre países con relaciones históricas complejas. Uno
             de los ejemplos más emblemáticos al respecto es la denominada “diplomacia
             del ping pong”, mediante la cual, Estados Unidos y República Popular China
             (RPC) iniciaron su restablecimiento de relaciones diplomáticas. Esto sucedió
             porque en 1971 el equipo nacional estadounidense se encontraba en Japón
             compitiendo en el Campeonato Mundial, cuando el atleta Glenn Cowan, no
             alcanzó a llegar al camión y pidió ayuda al equipo nacional chino.    29
                 Al bajar del autobús, Cowan fue fotografiado con su contraparte china
             Zhuang Zedong y dos días después el equipo estadounidense recibió una
             invitación oficial para viajar a la RPC y jugar algunos partidos de exhibición.
             Esto constituyó el comienzo de la normalización de relaciones diplomáticas
             abriendo las puertas para múltiples intercambios incluyendo la visita de Henry
             Kissinger en 1971, la visita de Nixon en 1972 y finalmente la normalización
             formal de relaciones diplomáticas el 1 de enero de 1979. El fin definitivo del
             aislamiento deportivo contra la RPC tuvo lugar durante los Juegos Olímpicos

             28      Calatayud, Op. Cit., p. 22.
             29      s/n, “Ping-Pong Diplomacy: Artifacts from the Historic 1971 U.S. Table Tennis Trip to China”,
             National Museum of American Diplomacy, 5 de agosto de 2021. Disponible en: https://diplomacy.
             state.gov/ping-pong-diplomacy-historic-1971-u-s-table-tennis-trip-to-china/




                                                                                           35
   29   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39