Page 225 - Diplomacia
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DIPLOMACIA Y COOPERACIÓN:
REPUTACIÓN, DESARROLLO Y PAZ
Cualquier medida puede parecer, y ser, insuficiente si no existe primero
una cultura de la paz que se extienda globalmente y permee todos los
ámbitos del desarrollo humano en general. Además, la erradicación de las
violencias, así como su identificación, es un proceso contextual y estructural,
correspondiente con los marcos normativos existentes, dignificantes, justos y
restaurativos. Debe demostrar competencia para enfrentar los desafíos actuales
y ser sólido y adecuado para reducir progresivamente las manifestaciones de
violencia hasta que se minimicen. Asimismo, debe constituir un componente
fundamental para las generaciones futuras, manteniéndose a la vanguardia
en la lucha contra las violencias.
Deporte para la paz: la construcción de un contrato social
La tercera interrogante que se plantea es ¿cómo el deporte, que experimenta
y enfrenta diversas formas de violencia, puede desempeñar un papel como
promotor de la paz? La respuesta a esta interrogante se halla en el consenso
general respecto a lo que el deporte representa y significa para las sociedades
a nivel mundial.
Esta propuesta se enmarca en un enfoque contractualista que ha sido
fundamental durante siglos para garantizar la viabilidad y la adaptabilidad
de la organización humana. Figuras como Thomas Hobbes, John Locke, Jean
Jacques Rousseau e Immanuel Kant postularon la idea de superar el Estado
de Naturaleza a través de la creación de una organización civil, soberana
y legislada. Esto implica el reconocimiento de derechos naturales como
la libertad, la propiedad y la vida, el establecimiento de un cuerpo moral
como guía para la conducta común de los ciudadanos, la voluntad general
como motor de los acuerdos para sostener el contrato social, y el uso de la
razón ilustrada y el conocimiento para alcanzar la libertad, la autonomía y la
competencia en la realidad.
En esencia, este contrato social busca promover el mejoramiento social,
proteger la individualidad, reconocer la importancia de la colectividad, garantizar
el pleno disfrute de derechos y cumplir con responsabilidad y reciprocidad
las obligaciones. ¿No comparte el deporte todos estos aspectos?
Para fomentar una cultura de paz a nivel global a través del deporte, es
necesario aprovechar al máximo las estructuras preexistentes en este ámbito.
Utilizar eficazmente los recursos disponibles significa darles un propósito
y una utilidad significativa. Además, al profundizar en los puntos fuertes y
áreas de oportunidad del deporte, será posible avanzar de manera más sólida
hacia objetivos comunes: prevenir y combatir las violencias en este ámbito
y promover la convivencia saludable y la colaboración en otros aspectos de
la vida humana.
Por lo tanto, el contrato social del deporte debe fortalecerse mediante
el cumplimiento riguroso de sus propios marcos normativos, el respeto y la
valoración de todos sus actores, desde las autoridades hasta los competidores,
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