Page 222 - Diplomacia
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3er. Congreso Internacional del
Deporte y la Cultura Física
EL FUTURO ES HOY:
DEPORTE, VIOLENCIA Y PAZ
Patricia G. Martínez Torreblanca
a propuesta de este texto consiste en cambiar el enfoque de “lo que el
deporte puede hacer por nosotros” para indagar qué acciones llevamos
La cabo nosotros, a través del deporte, para contribuir no solo a concebirlo
como un espacio intrínsecamente positivo y exento de controversia a nivel
discursivo, sino también para convertirlo de manera efectiva en un entorno
que fomente, promueva y reproduzca la paz.
Es pertinente plantear algunas interrogantes respecto a la relación entre
la violencia y el deporte, no únicamente para reconocer la presencia de la
una en el otro y analizar sus motivaciones y manifestaciones, sino también
para ofrecer un panorama cada vez más actualizado y enriquecedor sobre el
deporte libre de violencia y su capacidad como agente promotor de la paz.
La violencia “natural” en el deporte: la agresión como gen
Aunque pueda parecer evidente, surge la pregunta: ¿es la violencia un
componente natural del deporte? Tanto la práctica como el estudio del mismo
indican que sí, y para clarificar esta afirmación, se definirá operativamente la
violencia en el deporte como una conducta agresiva no relacionada directamente
con los objetivos convencionales de la competencia deportiva en sí misma,
como marcar puntos, bloquear, esquivar o ganar. Esta conducta implica la
agresión para llevar a cabo acciones perjudiciales que están prohibidas por
los reglamentos y se encuentran fuera de los límites del comportamiento
competitivo permitido.
A pesar de que existe un consenso general de que la violencia no es
un aspecto intrínseco del deporte, es predecible que se manifieste en su
práctica y organización. La criminología y la psicología social sugieren que esta
“naturalidad” con la que aparece la violencia en diversos ámbitos del deporte
puede entenderse al observar lo que ya conocemos sobre ella, especialmente
su derivación de la interacción humana y de aquello que los contractualistas
reconocieron como el Estado de Naturaleza. Además, ciertas características
del deporte, como su organización en equipos enfrentados, su naturaleza
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