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3er. Congreso Internacional del
Deporte y la Cultura Física
para el desenganche del extremismo violento en presos. Tras un periodo de
dieciocho meses, los testimonios tanto de los presos como del personal del
programa fueron mayoritariamente positivos. En 2015, en Viena, el programa
“No en nombre de Dios” (NIGN, por sus siglas en inglés), se llevó a cabo en
un centro de entrenamiento de artes marciales y tenía como foco jóvenes
en su mayoría inmigrantes de confesión musulmana. Muchos de ellos,
adscritos a la comunidad deportiva, parecían simpatizar con la retórica radical
o extremista, por lo que el programa se adaptó para ofrecerles modelos de
conducta positivos y declaraciones contra la participación en la violencia y
la implicación con grupos radicales. También se llevó a cabo una iniciativa
única en Somalia que combinó elementos de un programa de desarme,
desmovilización y reintegración, y un programa de lucha contra el extremismo
violento. El proyecto llamado “Juventud en Riesgo/Juventud por el Cambio”
se dirigió a unos 6.000 jóvenes, incluidos antiguos miembros de Al-Shabaab.
Las actividades en el aula incluían la gestión de la ira y el estrés, el liderazgo
y la comunicación, la construcción de la paz y la enseñanza sobre cuestiones
de género, así como clases de alfabetización, aritmética e inglés. Fuera del
aula se organizaron actividades en las que participaron líderes religiosos
muy respetados que informaron sobre los valores y la moral islámicos. El
programa facilitó la competición sana y la cohesión entre los grupos y redujo
la agresividad entre los participantes. 245
En Australia se llevó a cabo un programa deportivo de 12 meses de duración
bajo el epíteto “Más que un juego”, en el que participaron 60 jóvenes de entre
15 y 25 años, en su mayoría de origen libanés. A lo largo del programa se
llevaron a cabo una serie de actividades relacionadas con el futbol australiano,
así como otros deportes como el críquet, la equitación, el surf, una jornada
multideportiva y un circuito de cuerdas. Las actividades no deportivas se
centraron principalmente en actividades de tutoría, en torno a la mejora de las
habilidades sociales y la capacidad de liderazgo de los jóvenes. También hubo
varios talleres dirigidos por la policía sobre resolución de conflictos, el papel
de la policía en la comunidad, el ciberacoso y la lucha contra el terrorismo, así
como un campamento de liderazgo juvenil. A través del deporte en equipo,
aumentó el sentimiento de pertenencia en los participantes y, además, la
disciplina aprendida a través de la práctica deportiva animó a los participantes
a desarrollar el autocontrol en situaciones conflictivas. 246
La cuestión clave es saber en qué condiciones pueden contribuir las
actividades deportivas y de ocio a los distintos niveles de prevención de la
245 Katherine M. Berlouis, Paul A. Cameron, Cara Richardson, “The Role of…, Op. Cit., pp. 32-34
246 Michele Grossman, Amelia Johns y Kevin McDonald. “More Than a Game”: The Impact of
Sport-Based Youth Mentoring Schemes on Developing Resilience toward Violent Extremism” en
Social Inclusion, Volume 2, 2, p.68. Disponible en: https://www.cogitatiopress.com/socialinclusion/
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