Algunas veces, la vida te lleva de la mano hacía donde tú no quieres, sin embargo, con el paso del tiempo te das cuenta que ese era el camino a seguir y de alguna manera le agradeces que te haya catapultado hacía ese sendero. Éste es el preámbulo perfecto para José Jiménez Meléndez, orgulloso gladiador auriazul, quien en este momento busca un lugar en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.

José ha cosechado numerosos éxitos en 19 años de carrera deportiva. Campeón universitario, en diferentes categorías desde 1993, “Willy”, como se le conoce en la Prepa de Eduardo Molina, es un infaltable dentro del podio de ganadores en competencias nacionales e internacionales, donde destaca el subcampeonato en los Juegos Centroamericanos y del Caribe El Salvador 2002, en la división Libre 74 Kg.

Su último logro fue la medalla de oro en el Campeonato Nacional de Primera Fuerza celebrado en Guadalajara a finales de enero, presea que le ha valido ser preseleccionado nacional para acudir a la justa panamericana de la capital de Jalisco.

Para ser considerado uno de los luchadores más fuertes a nivel nacional, José ha tenido que sortear un sin fin de obstáculos. El primero de ellos y el que determinó su destino fue el hecho de estar en este deporte por conveniencia.

“La verdad es que practicar lucha fue mi último recurso para aprobar la materia escolar de estética y deportes cuando ingresé a la Prepa. Yo me quedé en el plantel Siete y cuando hice mi cambio a la Tres, ya estaban saturados los grupos para otras disciplinas, por lo que no me quedó más que ingresar a la lucha olímpica para pasar estas asignaturas, sobre todo la deportiva.

José confesó que rechazó tres veces practicar lucha, pero gracias a la perseverancia del profesor José Luis Gaytán Herrera, actual entrenador de lucha en CU, quien lo descubrió como promesa  durante su etapa de bachiller, es que ha llegado hasta la antesala de los Panamericanos.

Lo que Willy nunca esperó fue que en la lucha encontraría lo que hasta hoy es parte fundamental de su vida: su pareja, Ángeles Barraza Sánchez, otrora campeona Panamericana y Centroamericana egresada también del semillero gladiador de la Prepa Tres, con quien procreó a su hija Jashia Irena.

No obstante, el gladiador no deja de lado a su otro mentor, Zaprian Petrov Doychev: “Él es quien siempre nos ha enseñado a no dejarnos caer, a perseguir los sueños, y los míos son llegar a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y después, como todo deportista de alto rendimiento, colgarme una medalla dentro de ellos, no importa el color, pero si es la dorada, mucho mejor”.

El veterano gladiador dará todo por cumplir esa meta que soñó desde la primera vez que se enfundó en la botarga universitaria y piso la lona de los torneos interpreparatorianos. Esta acostumbrado a luchar por lo que quiere tal y como lo hace todos los días, pues tuvo que dejar la academia en busca de un empleo para solventar sus gastos y viajes para asistir a las competencias. Junto con sus padres y hermanos ha salido adelante.

“Gracias al apoyo de los coaches Gaytán y Zaprian, quienes me apoyaron en algunos  momentos, pude continuar con la lucha, ‘mi lucha’, y hasta este momento sigo en ella”, enfatizó José, quien quiso ser basquetbolista.

Por lo pronto, el preseleccionado nacional es el encargado de los destinos del equipo representativo de Prepa Tres, con la misión de encontrar a las futuras promesas de esta disciplina y de guiarlos hacia el camino del éxito, como en su momento ocurrió con él.

“El rumbo que estoy tomando ahora es en gran parte gracias al Gran Totka (Zaprian) sin dejar de lado a Gaytan. Creo que llegó en el momento adecuado, ya que no solamente me hubiera alejado de la vida académica, sino también de la deportiva y no se dónde estaría en estos momentos. Siento que todos necesitamos un guía, alguien que sea nuestro ejemplo a seguir y que además nos escuche y entienda”

En este momento, José Jiménez se encuentra practicando en el Centro de Alto Rendimiento, donde diariamente, por las tardes, acude a perfeccionar su técnica y fuerza rumbo a los Panamericanos de Guadalajara, de donde espera regresar con el metal áureo al cuello. Asimismo, por las mañanas se dedica a laborar en un negocio familiar, para posteriormente, de las 13:00 a las 14:30 horas, entrenar con el representativo de la Prepa Tres.

Una vez más queda de manifiesto que quien persigue sus metas y sueños, aún a costa de uno mismo, ya es un campeón de la vida, “sobre todo cuando te aferras a ella y sales  adelante, como lo hizo mi hija, quien espero traiga su ‘torta bajo el brazo’ y nos llene de gloria en las competencias tan fuertes que se avecinan”, finalizó el gladiador puma.