México es un gran país que no merece lo que le pasa, que tiene que cambiar, que requiere modelos y modalidades distintas, y que demanda saldar deudas del pasado en educación, salud, empleo y vivienda, aseguró el rector José Narro Robles.

Al clausurar la Primera Gran Fiesta Internacional de Ajedrez UNAM 2010, dijo que la nuestra es una nación con enorme potencial. Somos más los que estamos convencidos de que a través de la educación y la cultura México saldrá adelante, y esta gran feria “es un ejercicio extraordinario a favor de la cultura, la ciencia y la interacción entre los seres humanos”.

En la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, el rector Narro comprometió a la UNAM a impulsar esta actividad mediante tres grandes esfuerzos: ofrecer a los estudiantes la posibilidad de aprender y jugar ajedrez, para lo cual todos los planteles recibirán el apoyo de la Rectoría; echar andar Pumitas Ajedrez, y organizar la Segunda Gran Fiesta Internacional de Ajedrez.

Por su parte, Javier Ochoa, presidente de la Federación Iberoamericana de Ajedrez, destacó la voluntad que hay entre todos los participantes para que continúe en la UNAM esta actividad y esta semilla que se ha plantado. En ese sentido, tiene todo el apoyo de esta Federación y de la Española para que esta semilla fructifique y el ajedrez sea una realidad en el futuro de la Universidad.

Por su parte, Anatoly Karpov, Gran Maestro Internacional, sostuvo que si bien esta fiesta se acabó, todas las actividades que tuvimos fueron muy bien organizadas para el festejo, tuvimos grandes maestros, jugadores profesionales y amateurs. La presencia de miles de personas confirma que fue una gran idea.

En su oportunidad, Garry Kasparov, el otro Gran Maestro Internacional, calificó de maravilloso celebrar cien años de una institución tan importante como la Universidad Nacional con un festival de ajedrez.

A su vez, Demetrio Valdez Alfaro, director de Actividades Recreativas de la UNAM, informó que, en breve, se comenzará a trabajar en la integración de un espacio ajedrecístico para la comunidad infantil. Ello, sumado a otras acciones, fortalecerá nuestro propósito de una educación para el uso del tiempo libre en aras de la formación integral del estudiantado universitario.

Zenón Franco, campeón del Gran Abierto Internacional UNAM de Ajedrez

El paraguayo Zenón Franco Ocampos se proclamó campeón del Gran Abierto Internacional UNAM de Ajedrez, tras derrotar al sembrado número tres del certamen, Juan Carlos González Zamora (México), quien decepcionó en el duelo clave que definiría el destino de todos los competidores.

El guaraní sumó 6.5 puntos al concluir un duelo, donde se presumía que los dos grandes maestros se enfrascarían en una batalla titánica. Pero no fue así y el mexicano se vio arrollado, en una hora y cuarto que definió el destino del premio de 50 mil pesos.

Zenón Franco, contrario al desempeño que mostró a los largo de las siete jornadas, en la última jornada realizó movimientos atrevidos y comió todas las piezas que se le ponían en frente.

González Zamora debió aceptar la rendición al ver perdidas sus torres, alfiles, caballos y reina blancos.

Mientras tanto, el cubano Leandro Guerra Mojena (22 del ranking), se alzó con el segundo lugar y los 20 mil pesos al contabilizar seis unidades.

Guerra Mojena se impuso por superioridad a José González García (México 5). La última hora del juego se volvió monótona, los dos rivales estaban atascados en un aburrido ir y venir de la torre y rey blancas, y el alfil y rey negros.

Todos esperaban que el antillano mostrara más de iniciativa al poseer cuatro peones negros contra dos del adversario.

Ante tan desesperante ir y venir de torre blanca y alfil negro, el mexicano tomó la iniciativa y comió un peón negro, pero se desconcentró y se quedó en el tablero con su torre y rey.

González García hizo un último movimiento de torre en D5. Enojado paró el reloj y empujó su torre para admitir de mala gana su derrota, pues Guerra poseía dos peones y un alfil negro, amén de su rey intacto.

Para el tercer lugar se dio un múltiple empate con 5.5 puntos debido a una serie de tablas en las mesas principales. Julio E. Granda (Perú, 1) y Luis Fernando Ibarra Chami (México, 8) no se hicieron daño y negociaron la igualada y renunciaron a la búsqueda del premio principal o al menos el segundo lugar.

Jorge Baules (Panamá, 18) y Emilio Córdoba (Perú, 4), también formaron parte del pelotón de empate del tercer lugar al quedar tablas en su choque. El rey blanco del panameño estaba enrocado en su zona, mientras que los ataques del peruano fueron en vanos al no encontrar una zona por dónde buscar al menos un jaque.

En la mesa 5 se despidió el gran maestro Omar Almeida Quintana (Cuba, 2) con el triunfo sobre el uruguayo Manuel Larrea (23). La campaña del antillano fue por demás desastrosa de tal suerte que quedó fuera de los premios económicos.

Gilberto Milos, campeón del Iberoamericano de Ajedrez

Gilberto Milos tuvo una impecable actuación en la final del Campeonato Iberoamericano de Ajedrez, para conquistar el título en maratónico duelo con Marc Narciso, de España, quien sucumbió en el desempate, luego de que el brasileño consiguiera el punto del empate en una partida que se prolongó casi cuatro horas.

El agotador juego pareció afectar en mayor medida a Narciso, quien en la primera partida rápida prácticamente no presentó oposición al ataque de Milos, quien jugó mucho más tranquilo en el siguiente juego para lograr las tablas que le dieron el título.

El tercer lugar del torneo fue para el argentino Rubén Felgaer, debido a que el venezolano Eduardo Iturrizaga no compareció, y el comité organizador decidió que se le concediera el triunfo definitivo a Felgaer.

Por lo que respecta a la final, Milos llevó a cabo un juego táctico muy efectivo. Narciso, por su parte, se mostró más pasivo, confiado en su gran capacidad defensiva.

Sin embargo, Milos mantuvo su serenidad, analizó cuidadosamente cada movimiento y avanzó hasta los puntos vulnerables en la defensa del rival.

De esa forma, se igualó la final, con un punto para cada uno y se procedió al desempate, con el denominado sistema blitz, con dos partidas rápidas, y límite de tiempo de cinco minutos en cada una de ellas, y tres segundos de bonificación por jugada.

Milos, sin embargo, se veía más seguro y, pese a jugar con negras, tuvo un gran dominio y obligó a Narciso a abandonar para apuntarse ese punto y esperar la segunda y definitiva partida que terminó en tablas, con lo cual conquistó el campeonato.