Tercia de ases del representativo de beisbol de la UNAM

Pedro Díaz, Alan Alcaraz y Carlos Alfredo Bellacetin son parte de la fortaleza de la novena felina para la temporada 2010-2011. La primera prueba será el Nacional de Primera Fuerza

Emiliano Alvarado
Fotos: Jacob V. Zavaleta

 

Como en una gran familia, la unidad es parte fundamental para sobresalir en cualquier aspecto de la vida. Y eso es precisamente lo que hace fuerte al actual representativo de beisbol de la UNAM de cara al inicio de la temporada 2010-211, que culminará con la Universiada Nacional del próximo año.

Y es que la novena felina tiene en su poder una tercia a temer. Pedro Díaz, como catcher; Alan Alcaraz, desde la loma, y Carlos Alfredo Bellacetin, con el bat, son pilares fundamentales en el equipo puma.

Pedro inició hace cuatro años jugando en Xochimilco con la invitación de un primo. Para un deporte que es tradicional y sumamente familiar, Díaz ya lo conoció tarde. Sin embargo su camino ya estaba trazado para jugar beisbol.

“Participé en un entrenamiento y no sé si por casualidad, pero en mi primer turno al bat conecté home run, el primero de mi vida. A partir de ahí me gustó mucho y decidí entrenar más hasta que llegué a la Liga Maya, donde me he desarrollado en diferentes torneos”, rememora Pedro, estudiante de Geografía en la Facultad de Filosofía y Letras, quien cuenta con 19 años.

Otra de las cartas fuertes de la UNAM es el bateador Carlos Bellacetin. De familia pelotera, este puma tiene toda la experiencia, al igual que la motivación, inculcada por sus padres y tíos para beneficio de su equipo. Un promedio de .876 en el Regional rumbo a la Universiada Nacional del año pasado, que lo convirtieron en campeón de bateo, avala lo dicho.

Al igual que Pedro, su acercamiento al llamado “Rey de los Deportes” era inevitable. Desde los seis años lo practica y hoy, con 24, es uno de los más experimentados peloteros felinos. Por lo mismo, sabe que la fortaleza de su escuadra es la unión, la cual este último año los ha llenado de satisfacciones.

“Muchos nos conocemos de ligas infantiles y eso nos hace ser más unidos. Este año pasar a la Universiada de Chihuahua fue algo muy importante para nosotros. Tenemos muchos jugadores que tienen buen nivel. Creo que podemos hacer un muy buen papel en Jalisco”, explica el estudiante de la Facultad de Contaduría.

Desde la loma se encuentra la tercera carta fuerte del representativo auriazul: Alan Alcaraz Almada, estudiante de tercer semestre de la Facultad de Economía. Con 22 años, ya cuenta con una experiencia de 18 practicando esta disciplina, que en su caso es de generaciones pues tanto su papá como su abuelo le inculcaron la pasión por el beisbol.

“Jugaba antes por la Anáhuac y te puedo decir que es gente muy diferente. Allá es como sólo hacer deporte, pero aquí sí pesa portar los colores. La forma en la que nos apoyan te compromete a responder con resultados. Representar a la UNAM es un gran reto y responsabilidad”, comenta orgulloso Alan, quien ha competido a lo largo de su carrera en siete campeonatos nacionales y en el torneo Caba.

El papel que Alan desempeña dentro del equipo es muy importante. Ser el pitcher del equipo le representa un reto muy grande pero está dispuesto a tomarlo, sobre todo porque lleva el peso de la institución e intentará transmitirlo a sus compañeros en cada lanzamiento.


Objetivos claros

Por lo pronto, la primera prueba para el equipo auriazul será el Campeonato Nacional de Primera Fuerza, a celebrarse en Lagos de Moreno, Jalisco, del 22 al 29 de octubre. Los tres saben que el nombre de la UNAM debe de pesar.

Con personalidades distintas, cada uno de estos jugadores se conjuga para llevar la batuta de su equipo. Pedro, un joven callado durante el juego, pero que grita en los momentos oportunos, sabe de las complicaciones de su posición y la gran responsabilidad que implica mandar las señales adecuadas a sus pitchers en las situaciones correctas.

Por el contrario, la explosividad de Bellacetin a la hora de tomar el bat en los partidos ha hecho que su equipo confíe en él. “Aquí me han ayudado a canalizar eso de manera positiva y rendir más en el juego. Me caracterizo por dejar siempre todo en el campo”, comenta con seguridad el futuro contador

Aunado a cada una de las personalidades de estos tres peloteros, se encuentra la concentración de Alcaraz, a quien le gusta tomar los retos difíciles a la hora de los juegos y salir avante de ellos. El beisbol es un deporte que implica sangre fría en los momentos cruciales y su entrenador, Ernesto Montero “Canseco”, lo sabe.

Apasionados por su deporte, ellos tienen el reto de ser la columna vertebral de un equipo que ha trabajado de forma correcta en estos últimos años. Por lo pronto seguirán con sus entrenamientos arduos de tres horas diarias, con el júbilo de siempre, para dejar en alto el nombre de la UNAM y, sobre todo, con la motivación de hacer lo que a ellos los mantiene vivos. Así lo expresó Pedro Díaz: “En el momento en el que tomamos el avión o el camión rumbo a la sede de un campeonato, nos sentimos libres de hacer lo que queremos y nos gusta. Le echamos muchas ganas porque queremos demostrar a los demás que la UNAM siempre se hace presente”, señala.

México DF, 19/10/2010

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