Fabiola Núñez, doble campeona en Puerto Rico y estudiante residente de Medicina del Deporte

En su debut en unos Juegos Centroamericanos y del Caribe, la galena universitaria obtuvo dos medallas de oro en las competencias de remo

Emiliano Alvarado
Fotos: Jacob V. Zavaleta/CONADE

 

Las dudas antes de comenzar la carrera se hicieron presentes. Nunca tuvo una salida tan llena de nervios. Sin embargo, disfrutar lo que le apasiona, el remo, la sacó adelante. Fue un debut soñado para la galena felina Fabiola Núñez, quien no sólo compitió en sus primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe, sino que se erigió como doble monarca de este deporte.

Fue en las embarcaciones doble y cuádruple peso abierto en las que  la estudiante residente de tercer año de la especialidad en Medicina del Deporte alcanzó la gloria, en el primer caso al lado de la olímpica de Beijing Gabriela Huerta, y en el segundo acompañadas ambas por Analicia Ramírez y Lila Pérez —también olímpica—.

Años de paciencia terminaron de rendir frutos, dejando atrás no pocos sufrimientos. Entrenar a las cinco de la mañana es uno de ellos, pero todo ha valido la pena y para ella cualquier sacrificio es poco si la recompensa es grande.

“Estoy muy feliz de ver que todo el trabajo que hemos estado haciendo ha rendido frutos. Me siento orgullosa de llevar muy en alto el nombre de la Universidad y de mi país, aún cuando quizá había gente que no tenía tanta expectativa en los resultados que pudiéramos obtener. Sin embargo, los astros se alinearon de la manera adecuada”, comenta Fabiola con el rostro lleno de satisfacción.

En remo, las circunstancias del recorrido, el clima, así como la altura infieren mucho en una buena marca. Definitivamente las condiciones de Cuemanco y de Lago Cerrillos, Puerto Rico, son muy distintas. No obstante, los tiempos en el doble, además el cuádruple, no pudieron ser mejores.

“Es un poco complicado comparar los tiempos, porque las condiciones de la pista son distintas, pero afortunadamente hicimos el mejor tiempo dentro del doble con siete minutos, 16 segundos con 17 centésimas. En el caso del cuádruple, yo nunca lo había competido y tuvimos poco tiempo de correrlo. Sin embargo, nuestro entrenador nos dijo que más o menos era la marca que él pronosticaba —6.50.70— ”, explica.

Para Núñez fueron sus primeros juegos y los disfrutó al máximo. En el equipo femenil era la novata, pero eso no la intimidó; al contrario, sacó la garra que la caracteriza para cumplir su objetivo. Parte fundamental para lograrlo fue su compañera Gabriela Huerta, quien con su experiencia la fue guiando a la meta en primer lugar.

“En el bote había muchas adecuaciones que hacer por lo que ella ponía ejercicios para corregirlos. Gaby es muy paciente y tranquila, pero siempre mostraba coraje para sacar fuerzas al término de las competencias, situación que a mí me cuesta trabajo. No me quedaba más que seguirle el ritmo. Eso creo nos ayudó para estos buenos resultados. La actitud del equipo siempre fue muy buena y el competir con ellas te deja un gran aprendizaje, tanto en botes individuales como de conjunto”, refiere la felina.

Motivaciones tuvo muchas, pero la de su familia fue parte importante en la travesía de Fabiola por el Caribe. A pesar de estar la deportista incomunicada la mayor parte de su estancia en Mayagüez, los familiares se las arreglaban para tener contacto con ella y hacerle saber que estaban a su lado.

Ahora las preseas de la egresada de la Facultad de Medicina de la UNAM son de ellos y de quienes han creído en Fabiola, con un agradecimiento especial también para sus compañeros de Medicina del Deporte.

“Es muy gratificante ver que la gente cercana está muy contenta contigo. En Medicina del Deporte me recibieron con un pastelito. La verdad estoy muy contenta porque a final de cuentas es gente con la que convives a diario. Definitivamente sin el apoyo de las personas de la Dirección esto no hubiera sido posible”, comenta emocionada.

El camino para la auriazul no termina en Mayagüez. Fabi no se conforma con dominar el Caribe: ahora busca ser monarca en su propia tierra, cuando compita en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. Así piensa y eso la hace grande.

“Evidentemente esto es un gran logro, pero sólo es un paso más. Estamos trabajando bien; sin embargo hay que seguirlo haciendo igual o más fuerte porque, obviamente, el Panamericano tiene un nivel superior, entonces eso nos exigirá el doble de lo ya hecho. Sé que nadie tiene un lugar seguro y tengo más de un año para prepararme y hacerles saber que soy la indicada para estar en Guadalajara”, sentencia.

Por lo pronto Fabiola Núñez seguirá con sus entrenamientos y los sacrificios que implica estudiar una especialidad a la par de practicar un deporte, lo que a ella la llena de vida y de entusiasmo. No aflojará y está con la mira puesta para regresar de Guadalajara como lo que ha probado y le gusta ser: una auténtica campeona.

México DF, 04/08/2010

Más noticias