Juan Carlos Ríos, 31 años como juez internacional en competencias de esgrima

Egresado de la Facultad de Odontología de la UNAM, fue convocado para asisitir a los Juegos Centroamericanos de Mayagüez, Puerto Rico

Armando Islas
Fotos: Jacob V. Zavaleta

 

Fue en 1979 cuando Juan Carlos Ríos Rivera asistió a los Juegos Panamericanos de Puerto Rico como parte de la delegación mexicana. Esa ocasión fue su debut como juez internacional en una competencia de esgrima y el propio universitario nunca imaginó que sería el primero de muchos duelos que presenciaría como árbitro.

Han pasado 31 años desde ese momento y el profesor Ríos celebró dicho aniversario precisamente con una competencia más: estar presente en los Juegos Centroamericanos de Mayagüez, Puerto Rico, país donde debutó en estas justas.

“Es una doble emoción pues no ha sido fácil estar tanto tiempo como juez, y qué mejor manera de cumplir un año más justo en el lugar donde empecé. A pesar de los cambios de administración en la Federación Mexicana de la especialidad, me he mantenido vigente pues muchas autoridades han querido llevar jueces. Debo añadir que la Federación Internacional de Esgrima me ha apoyado mucho”, señala este universitario de 48 años y de profesión dentista.

Dentro de la lista de experiencias que ha acumulado destacan sus actuaciones como colegiado en dos Juegos Olímpicos (Los Ángeles 84 y Seúl 88), un par de Universiadas Mundiales, ocho Panamericanos y el mismo número de Campeonatos del Mundo de Primera Fuerza, además de siete Centroamericanos y seis Mundiales Juveniles.

“Normalmente asisto a un evento internacional por año. Por ejemplo, durante el ciclo olímpico previo a Atenas 2004, viajaba constantemente a torneos panamericanos, sudamericanos y mundiales de categoría”, explica Ríos Rivera.

Además de su trayectoria como árbitro, el “profe” Juan Carlos tiene también 28 años como entrenador y su faceta de ejecutante duró otros 20 como floretista. En 1990, durante los Juegos Centroamericanos celebrados en nuestro país, obtuvo el tercer lugar por equipos así como un cuarto sitio en individual. En ese momento, el odontólogo decidió que era hora del retiro.

“Significó mucho para mí ubicarme en esas posiciones pues el fogueo que nos habían dado no era tanto como el que ahora se puede proporcionar a los esgrimistas, y en general fue un logro muy importante dentro de mi carrera”, recordó.


El trabajo del juez

Pese a que los protagonistas del deporte son los atletas, los jueces tienen un rol importante y decisivo. También ellos disfrutan de las competencias pues en su mayoría alguna vez practicaron la disciplina.

“Es un trabajo que requiere mucha observación. El reglamento especifica cómo se hace un buen ataque, así como una correcta defensa. Dentro del combate, el juez decide quién lo hace mejor. Se debe tener una visión periférica muy buena porque hay que dominar toda la pista: ver desplazamientos anormales, velocidad del brazo, contacto de las hojas, entre otras cosas. Aún tengo nervios cuando me designan para un duelo pues a pesar de la experiencia que se pueda tener, se olvida cuando entras a la pista”, recalca el profesor.

Así como los atletas se preparan para la competencia, los jueces hacen lo propio y dicha preparación consta de 15 minutos, en los que se llama a los tiradores que van a combatir para decirles las reglas.

“Básicamente se trata de mantener la tranquilidad y nunca perder la concentración durante el asalto. Ahí empiezas a sentir cómo corre la adrenalina por tu cuerpo, es difícil describir el sentimiento cuando empieza el duelo. Tratamos de hacer el mejor trabajo posible para cada una de las partes, aunque muchas veces el competidor cuenta. Países como Italia o Francia, con gran tradición dentro de la esgrima, facilitan mucho tu labor”, manifiesta.

Estar en una final o en unos Juegos Olímpicos son satisfacciones que pocos pueden contar y el juez puma de esgrima no es la excepción. Dentro de su larga trayectoria recuerda en especial la final de sable de un Campeonato del Mundo de primera fuerza del 2005: “Se enfrentaban Italia contra Rusia en la final por equipos y los del país de la bota ganaban 40-32. En el último asalto tiraron los dos exponentes más sobresalientes de ambos equipos. Rusia remontó y ganó 45-44. Fue un duelo muy emocionante. Por lo que a mí respecta, significó mucho pues ese año empecé a trabajar sable y me contemplaron para presidir una final. Eso quiere decir que estás trabajando bien”.


La esgrima en México

Con la participación de Edgar Chumacero en los Olímpicos de Atenas 2004, así como la de Angélica Larios en Beijing 2008 y la actuación de Nataly de la Luz Michel Silva en el Mundial Juvenil de Azerbaiyán, de abril pasado, la esgrima mexicana continúa trabajando para hacer un buen papel en competencias internacionales, según la opinión del profesor Ríos.

“Sólo con el trabajo se puede salir adelante y es por eso que mi intención es dejar una escuela de arbitraje y una de entrenadores, para que la Universidad crezca más en esta materia. Quiero compartir mi experiencia con la gente que viene detrás”, señaló el arbitro de extracción puma.

Juan Carlos Ríos, con toda su experiencia, sabe ser agradecido y en ese sentido lo es con UNAM pues, dice, “me ha dado mucho en lo laboral y profesional. He contado con su apoyo incondicional para desarrollarme dentro de la esgrima. Es un orgullo pertenecer a la Universidad mas grande de Latinoamérica”, puntualizó.

México DF, 27/07/2010

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