Por primera vez el boxeo femenil dejará huella en la Olimpiada Nacional pues los guantes felinos de Daniela Flores Jiménez, alumna de Arquitectura de la UNAM, así como de Ariana Molina González, estudiante de Ciencias, pintarán de azul y oro los cuadriláteros de Guadalajara, Jalisco, sede de la Olimpiada Nacional 2010.

Es la primera ocasión que el box femenil se oficializa en esta justa nacional, por lo que tener a dos pugilistas puma en un deporte que para muchos es considerado exclusivo de hombres habla muy bien del trabajo hecho por la Asociación de la especialidad en la Universidad Nacional.

Y eso se vio reflejado en la fase regional, celebrada en Oaxaca, rumbo a la Olimpiada Nacional, donde nuestras representantes obtuvieron su boleto a tierras tapatías.

Por un lado Daniela Flores se proclamó monarca de los 54 kilogramos: “Estoy muy orgullosa y feliz por ser campeona regional, sobre todo porque represento a la UNAM. Con esfuerzo, dedicación y disciplina todo se puede; una prueba de ello es mi título”, comentó la experimentada púgil, quien tiene tres años en esto.

Desde que entrenaba en un deportivo independiente de la delegación Iztacalco, Daniela supo que el boxeo era lo suyo. Lo que comenzó como una forma de hacer ejercicio se convirtió en un estilo de vida, que no cualquier persona soporta por la disciplina que implica practicarlo.

Ahora sus expectativas en Guadalajara son grandes. No le asusta nada ni nadie, y sabe que con esfuerzo, siguiendo las indicaciones de sus entrenadores, podrá aspirar al podio, inclusive, sacrificando un poco sus estudios.

“Yo quiero el primer lugar. En estos momentos estudio el segundo semestre de la carrera; sé que el box no será para toda la vida, por eso me dedicaré totalmente a mis entrenamientos para llegar de buena forma a la competencia”, explicó sincera la púgil de 19 años.

Ariana Molina González es la otra chica que pisará tierras jaliscienses luego de obtener su boleto dentro la categoría 57 kilogramos. En el sorteo fue afortunada pues sólo tuvo una pelea para lograr su calificación y afortunadamente derrotó a la representante de Veracruz por RSC (réferi suspende combate) en el tercer round.

“En un principio estaba un poco espantada, tenía mucho nervio porque no había peleado oficialmente. Conforme transcurrió el combate me sentí bien y gané. Han rendido frutos los entrenamientos, estoy muy contenta”, comentó con una gran sonrisa la estudiante de cuarto semestre de Biología.

Y es que Ariana lleva muy poco en la disciplina. Sólo seis meses entrenando en forma bastaron para que sus entrenadores le vieran cualidades para destacar en el box. Y no los decepcionó. Ahora espera aprender mucho de la Olimpiada Nacional, sin olvidar la intención de obtener una medalla.

“De mi entrenador, Alexis, surgió la idea de que entrenara más duro para formar parte del representativo y, pues, aquí estoy. A la Olimpiada voy con el propósito de ganar algo, pero ya se verá en el transcurso de la justa”, dice cautelosa Ariana, quien se siente orgullosa de la UNAM.

Por lo pronto, ambas peleadoras han dejado de lado las presiones sociales y familiares por practicar un deporte exclusivo del género masculino. Ellas lo toman como una motivación extra para demostrar que no es así.

La experiencia, explosividad y guardia zurda de Flores Jiménez, además de la fortaleza e ímpetu de la novata Molina González, son las características principales de unas chicas que esperan pintar el cuadrilátero con los colores azul y oro.

En cuanto a los hombres, los púgiles auriazules que obtuvieron su pase a la Olimpiada Nacional son: en categoría infantil José Ruiz —60kg—, mientras que en la juvenil superior están Rodrigo Arteaga —57kg— e Iván Yáñez —60kg—.