Cual si fueran unos chiquillos, los estudiantes universitarios se dieron cita en las Islas de CU para tomar parte en el Encuentro Universitario de Papalotes. Iban y venían con papeles multicolores, carrizos, maderos e hilo para armar los cometas que surcarían el cielo universitario, en espera de contar con el clima propicio para volarlos.

Llegado el momento, quienes ya habían armado los suyos corrieron sobre el pasto tratando de elevar sus papalotes lo más alto posible, en tanto que otros se detenían esperando la corriente de aire para tomar fuerza.

Sin embargo, las miradas y felicitaciones recayeron en aquellos que lograron elevar sus objetos voladores más alto. Tal fue el caso de Juan Antonio Hernández, alumno del segundo semestre de Estudios Latinoamericanos, de la Facultad de Filosofía, quien por segunda ocasión tomaba parte en el Encuentro con su papalote titulado “Pulpo”, el que elaboró con papel lustre en colores amarillo y verde, carrizos y cola del mismo material.

“Me encanta volar papalotes porque así quisiera estar yo, surcando el cielo y sintiéndome libre. Además, me remonta a un accidente que tuve cuando volé por primera vez un papalote en la azotea de mi casa, tendría creo siete años. Recuerdo que me subí y perdí el equilibrio cayendo desde arriba, eso me tuvo cerca de un mes en la cama de un hospital”, señaló.

Y continuó: “Sin embargo, no dudé en seguir volándolos cuando me recuperé y al poco tiempo participé en un concurso de cometas en el Estado de Puebla, el cual gané. Desde entonces no dejo de interesarme en todo lo que tenga que ver con ellos, contrario a que pasé un mal momento de mi vida por los propios papalotes”, recordó Juan Antonio, mientras trataba de elevar a “Pulpo”.

Al igual que Juan Antonio, el equipo conformado por Gustavo Flores y Juan Castro, ambos de Ingeniería, además de Malypz Espinosa, de Economía, se vieron tan entusiasmados y divertidos que les dio tiempo de elaborar los dos papalotes que ocuparon el primero y segundo sitios, respectivamente: “Mil Soles”, por las diferentes tonalidades y forma que dieron a su diseño, y “Pumita Volador”, que como su nombre lo indica, era la cara del logo puma en colores azul y oro. El tercer sitio se lo agenció la Facultad de Química con “Libel UNAM” .

Por el tiempo que mantuvieron en vuelo su cometa, el primer sitio fue para “UNAM al Ataque”, de la Escuela Nacional de Música; en segundo lugar quedó “El Milagro si Vuela”, de Veterinaria y Filosofía y Letras; en tercero, nuevamente los de Ingeniería salieron a relucir con “Mil soles”, siendo los máximos galardonados con dos menciones.

Uno que llamó la atención de los participantes, aunque no quedó dentro de los primeros lugares, fue el papalote nombrado “El amor en los tiempos de la UNAM”, parafraseando al escritor colombiano Gabriel García Márquez, elaborado a base de corazones y logos pumas, por los alumnos de Filosofía y Letras Carolina Emiliano Arroyo, María del Pilar Bravo Pahi y Adair Delgado Medina, quienes le dieron ese nombre “por el amor y devoción que le tenemos a nuestra institución, la mejor del mundo, máxime ahora que celebra su primer centenario de existencia”, opinaron.

El encuentro reunió a 500 concursantes –284 mujeres y 216 hombres–, conformados en 125 equipos. De acuerdo al fallo del jurado, integrado por personal altamente capacitado en su elaboración, los ganadores de los primeros lugares fueron, en la categoría de identidad universitaria: en primero "Estrella Puma", el segundo correspondió a "Felino Dorado", y en tercer sitio quedó "El Testarudo"; de las Facultades de Ingeniería, Veterinaria y Escuela Nacional Preparatoria ocho, respectivamente.