Armando Islas
Foto: Jesús Bravo

Dos medallas de oro, una plata y un bronce, aunado a un quinto lugar, colocaron al polo acuático auriazul como primer lugar de la tabla de puntos de la especialidad en la Olimpiada Nacional, con 610 unidades, empatados con Jalisco, para erigirse como el único deporte de conjunto de la UNAM que consiguió medalla en esta justa.

"Estamos muy contentos por el primer sitio pues nos preparamos cada año para alcanzar los primeros lugares, la meta es la UNAM refleje su superioridad en el medallero. Esta vez hicimos un buen papel que nos compromete para el próximo año tratar de superarlo”, manifestó Mariano Dávalos Paz, entrenador y presidente de la asociación de polo acuático de la UNAM.

Las preseas áureas corrieron a cargo de los varones en los conjuntos elite, comandado por Mariano Dávalos, que venció a Baja California por 10-6; así como en juvenil, de José González, al derrotar a su similar de Jalisco por 6-3. Estas dos preseas otorgaron, cada una, 120 puntos a la delegación de la UNAM.

El metal argento que consiguió la infantil mixta, bajo las órdenes de César Santoyo, le dio 105 unidades a la delegación universitaria en su lucha por ubicarse en lo más alto de la tabla por puntos. Los pequeños pumas se quedaron con el subcampeonato tras caer con Jalisco, con apretado marcador de 11-9.

Las categorías femeniles también colaboraron con la causa. La juvenil que dirigió también César Santoyo logró bronce para contabilizar 95 puntos con saldo de siete victorias por sólo dos derrotas ante las escuadras, que a la postre, se ubicaron primero y segundo sitio: el IMSS y Jalisco.

En elite para mujeres, la Universidad presentó un equipo nuevo pero muy bien entrenado por la dupla Imanol Cinta/José González. El resultado fue la medalla de bronce, y por ende 95 puntos para la UNAM en la tabla, con una marca de de tres victorias y dos derrotas.

Por lo que respecta a la Infantil B, el equipo que dirigió Maximiliano Aguilar Baraldi, en su debut como entrenador, alcanzó el quinto sitio de la categoría al superar 4-3 a Yucatán y así contabilizar 75 puntos.

“La clave es trabajar, no hay secretos. Los muchachos saben que para ser los mejores deben esforzarse, no sólo en las competencias, sino desde los entrenamientos”, apuntó José González, entrenador de la juvenil varonil y elite femenil.

A pesar de la carga tan pesada de trabajo los muchachos no paran de entrenar, situación que sorprende y agrada a los entrenadores. Previo a la Olimpiada, los equipos universitarios tuvieron un promedio de 80 partidos de preparación para mejorar su accionar, además de foguear a todos sus integrantes de cara la Olimpiada.

“Tratamos de hacer los entrenamientos agradables pues si caemos en la rutina, aunado a la excesiva carga, ellos terminan por abandonar”, manifestó Cesar Santoyo, entrenador auriazul.

Además todos los equipos se sienten comprometidos con ellos mismos a tal grado de ser  obligatorio calificar a la Olimpiada Nacional en primer lugar de la región y considerar fracaso no ubicarse en el medallero.

La Olimpiada Nacional ya concluyó y aunque a los jugadores de todas las categorías se les dio una semana de descanso, ellos sólo tomaron dos días pues ya están pensando en el próximo ciclo.

“Nos dejan de sorprendernos, pero por algo están aquí. Les gusta llevar este ritmo de trabajo, podrán estar muy cansados de los entrenamientos, pero al otro día están presentes. El buen ambiente en esta delegación es parte fundamental de nuestros triunfos”, explicó Dávalos Paz.

Finalmente, al preguntarle a Mariano su opinión acerca de que son el único equipo de conjunto puma que logró medalla en las dos grandes competencias que tiene la UNAM, Olimpiada y Universiada Nacional, comentó: “Nos llena de orgullo pero también nos preocupa, ojalá los demás deportes pongan un esfuerzo extra para el 2009. Sabemos que trabajan bien, quizá algo falló en este año pero estamos seguros que el próximo estarán peleando medallas”.