Armando Islas
Foto: Emiliano Alvarado/Conade

Eliott Rodrigo Reguera Vega nunca imaginó que la natación le cambiaría la vida. Un año después de iniciar entrenamientos formales con el equipo de la UNAM, bajo la tutela de Raúl Porta, asiste a su primera competencia internacional: el torneo Centroamericano y México (CAMEX) de Natación que inició ayer en Costa Rica.

“Me siento muy emocionado por mi primer internacional. La incógnita de no saber cómo será este evento me tiene un poco nervioso, pero son nervios que disfruto”, señaló el joven nadador de 14 años que competirá en los 50 m pecho.

Al ubicarse en cuarto lugar: 33.74 segundos en los 50 m en la Olimpiada Nacional celebrada en Nuevo León —la primera para él— Eliott ganó su pase al CAMEX, gracias a los 32.99 en la fase preliminar de la competencia, así se situó en segundo lugar a nivel nacional.

“Nunca había estado en una Olimpiada y el nivel es muy alto, en la final me ganaron los nervios, pero me sirvió de experiencia para próximas competencias”, señaló Reguera Vega, quien piensa en la Gastronomía o Ingeniería Electrónica como posibles carreras.

Sin embargo, afirma que la meta en este torneo es mejorar o igualar sus tiempos —el lugar no importa— pues tener la oportunidad de competir en otro país es más que suficiente.

Raúl Porta, su entrenador, señaló: “Es un muchacho con cualidades para destacar. Llegó aquí hace un año con tiempos muy altos (35 segundos en 50 m pecho). Hemos pulido y corregido su técnica, pero gran parte de sus resultados se debe a su disposición”.

La madre de Eliott le inculcó el gusto por la natación. Desde los tres años lo inscribió a cursos para aprender a nadar. Con el tiempo practicó otras disciplinas hasta decidir que la natación era lo que le apasionaba, buscó lugares para poder desarrollar éste deporte, hasta que llegó al equipo auriazul, en mayo del año pasado.

Para el estudiante de segundo año de secundaria con promedio de 8.0 “no ha sido fácil compaginar academia y deporte”; la adrenalina que genera competir y llegar en primer lugar en cada prueba, así como el relajamiento que le produce la natación, son las razones por las que esta disciplina le encanta.

“Todo lo que me ha pasado en este tiempo ha sido increíble, honestamente no me esperaba estos resultados tan favorables. Son buenos pero no debo confiarme, como dice mi entrenador: hay que continuar trabajando”, manifestó emocionado Eliott, quien tiene como meta máxima participar en Juegos Olímpicos.

Poco es el tiempo que lleva contendiendo por la UNAM, no obstante “es un orgullo representarla. Cuando mencionan tu nombre y la entidad de donde vienes, la piel se te pone chinita. Me gusta estar aquí, el ambiente, los amigos… me siento como en casa”.