Texto y fotos: Emiliano Alvarado
Monterrey, Nuevo León. Ayer inició el judo dentro de la Olimpiada Nacional, en el Gimnasio Nuevo León, con un bronce para la judoka universitaria María Fernanda Rosas, en la categoría de 52 kilogramos, mientras que en Tamaulipas, en categoría infantil, Noel Chama Almazán, en caminata de 2 km obtuvo la presea dorada.
Al sonar la campana de la última vuelta en los 2,000 metros marcha, infantil menor, el pequeño de 11 años de edad, Noel Ali Chama se encontraba lejos de los punteros en una pelea que todos pensaban se definiría entre Salvador Martínez del DF y Esteban Leal de Chihuahua, atrás avanzaba el campeón de la Olimpiada 2007, Mario Meneses de Tlaxcala.
Todo sucedió muy rápido. Los punteros fueron descalificados cuando les faltaba 50 metros para la meta, en esos momentos el andarín de Tlaxcala levantaba los brazos para festejar, no observó que por el lado derecho avanzaba impresionante el representante de la UNAM, Noel, quien metió el pecho para la medalla de oro.
“Estuve a la caza todo el tiempo, sabía que los jueces podían descalificarlos porque llevaban algunas amonestaciones, al momento de que salieron me pegué al de Tlaxcala que sintió tenía el primer lugar porque se confundió con otra línea que hay en la meta, así que lo aproveche para ganar”.
Noel, quien entrena en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano, dijo que ganar la medalla es una de las metas que tenía como deportistas, “ahora quiero seguir paso a paso hasta igualar y rebasar a Eder Sánchez”.
A sus 10 años, tiene la oportunidad de consolidarse como campeón en la edición de 2009, “seguiré con mi entrenadora Graciela Terán, ella me tiene confianza y espero que todo salga bien para continuar mi carrera deportiva”.
Al preguntarle con respecto a lo más complicado en la marcha, sonrío y afirmó que es la técnica porque no permite llevar tanta velocidad, entonces lo más importante es empezar lento pero con buena técnica e incrementar la velocidad poco a poco”.
Para conseguir la presea de plata, la judoka universitaria derrotó en su primer combate a la representante de Baja California Norte Paula Leyva, en menos de 10 segundos, al derribarla y marcar un ippon, sin embargo para su segundo enfrentamiento, le tocó pelear contra la local, y que a la postre fuera la campeona de esta categoría, Debanhi Ochoa.
Con este descalabro la joven puma enfrentó en el repechaje, para tratar de llevarse el tercer lugar, a la judoca del estado de Hidalgo Reina Vargas, en donde aplicó la misma dosis que en su primer combate, y derrotó en poco menos de 30 segundos a su rival.
Con cuatro años de representar a la UNAM, Fernanda Rosas se siente muy orgullosa de conseguir esta presea para esta institución. “Estoy feliz, sobre todo porque compito para nuestra máxima casa de estudios. Me lleno de emoción por este resultado y me sirve para que vean que sí puedo y que echándole ganas
consigues tus objetivos”, comentó.
La tristeza al caer con la representante de Nuevo León en su segundo combate, no hizo mella en la niña de 11 años, al contrario, lo toma como un aprendizaje para que ponga más empeño en sus entrenamientos e ir el siguiente año por la primera posición. “En ese momento estaba triste, pero después se me pasó y ahora sé lo que tengo que hacer para ir por el primer lugar el año que viene”, señaló.
Los otros dos judokas que participaron por la UNAM, Edgar Pacheco en la categoría de los 38 kg e Israel Ruiz en más de 52 kg, no tuvieron mucha suerte y cayeron en su primer combate. Sin embargo, sólo Pacheco logró pelear en el repechaje por la medalla de bronce, pero fue eliminado por Adriel Rodríguez de Chihuahua.
El día de hoy continúa la actividad del judo.
En otros resultados
En el último día de actividades del levantamiento de pesas, efectuado en la Nave Lewis del Parque Fundidora de esta ciudad, el representativo de la UNAM se regresa a casa con una presea de bronce, conseguida por Santiago Suárez. De igual forma continúan las acciones de esgrima, con la participación universitaria por equipos cadete mayor varonil y femenil, en las pruebas de florete, espada y sable, ésta última sólo en hombres.
