La de Guadalajara será su última competencia defendiendo los colores azul y oro " />

Iván Romero karateca felino en busca de oro en la Universiada Nacional

Emiliano Alvarado
Fotos: Jacob V. Zavaleta

 

 
Lo lleva en la sangre, a los 12 años ya era cinta negra y una década después logró uno de sus máximos sueños: ser seleccionado nacional. Ahora, Iván Romero buscará cerrar su carrera deportiva de karate do dentro de la UNAM, al competir en la Universiada Nacional Guadalajara 2008, a celebrarse del 24 de abril al 8 de mayo, segunda y última participación en esta justa universitaria para él. “Y voy por el oro”, sentencia.
 
Con la herencia de sus padres, quienes toda su vida se han dedicado al karate do, Iván vive y siente desde pequeño esta disciplina en sus venas. A los cinco años comenzó a practicarlo y “a los doce ya era cinta negra, sabía que esto era para mí y me gustó”.

Se integró al representativo de la UNAM en 1996, cuando cursaba el bachillerato en la Prepa 5 José Vasconcelos; a partir de ese momento y hasta ahora, lleva tatuados los colores azul y oro de la Universidad.

Originario de la Ciudad de México, es uno de los diez karatecas que representarán a la UNAM en suelo jalisciense, sólo que para él significará su despedida de esta competición y lo hará con un objetivo claro: representar dignamente a la universidad consiguiendo una presea dorada.

“Estoy muy contento de competir por mi universidad, es mi último año. Esta es mi segunda y última Universiada pero me voy contento con mi participación. Yo creo que seguro habrá una medalla de oro”, afirma.
 
El egresado de la carrera de Odontología en la FES Zaragoza, y que actualmente cursa el posgrado de Ortodoncia en Ciudad Universitaria, competirá en kata y kumite (combate) en menos de 65 kilogramos en territorio tapatío, luego de calificar en la etapa regional disputada en Toluca en primero y segundo lugar, respectivamente.

“Mi principal oponente en la modalidad de kumite es de la Ciudad de México, entrena en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR) y en kata, el rival a vencer es de Monterrey”, dice.

Los logros dentro de su carrera deportiva han sido muchos. El sudor de los entrenamientos, los golpes en sin fin de combates y el apoyo de sus padres se vieron reflejados cuando en el 2000 fue seleccionado nacional.
 
“Fue algo complicado: me llevó diez años llegar a mi primera selección nacional. A pesar de que fue hace varios años aún lo recuerdo con cariño. He contado con el apoyo de mis padres”, recuerda Iván, quien actualmente entrena al menos dos horas diarias.

A partir de ese momento ha representado a México en distintas competencias internacionales, en donde destacan los títulos obtenidos en la modalidad por equipos, en los Juegos Panamericanos y Centroamericanos de Karate 2004, en Guatemala y El Salvador, respectivamente. Lugares que repitió un año después en Panamá y Argentina en las mismas competencias. En el 2005 recibió también el premio Luchador Olmeca, entregado por la Confederación Deportiva Mexicana (CODEME).

La satisfacción más grande del oriundo de Tláhuac es el tercer lugar en kata por equipos que consiguió México en el Campeonato Mundial de Karate 2004, celebrado en Monterrey, Nuevo León.
 
“Es lo más grande que he logrado como deportista. Ningún equipo mexicano lo había conseguido, fuimos el primer equipo en conseguirlo y es una gran satisfacción personal y del karate de nuestro país, pasamos a las páginas de la historia de este deporte en México”, comenta emocionado Iván Romero.

La despedida está cerca, los agradecimientos son muchos: autoridades, familia, amigos y novia. La experiencia será sin duda su carta fuerte para que su adiós se pinte de color dorado.
México DF, 17/04/2008

 

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