Candelaria Chávez
Fotos: Jacobo V. Zavaleta

Carlos obtuvo su pase al agenciarse el metal dorado en la Olimpiada Nacional 2009, en Sonora, así como en el selectivo celebrado en Toluca, en agosto pasado. En ambos certámenes, el gladiador puso en alto el nombre de la UNAM tras derrotar al oaxaqueño Gabriel Jonathan Aquino Sosa, quien hasta ese momento ocupaba el podio panamericano juvenil de luchas asociadas, categoría cadetes (55 kg).

Gloria Wendolline tiene 19 años: cinco de ellos en luchas asociadas. Ha probado las mieles del éxito en cuatro torneos nacionales, en los cuales se ha colgado el oro. A la experimentada gladiadora la avalan además las medallas áureas de las ediciones de Olimpiada Nacional de 2006, 2007 y 2008.

También obtuvo la presea dorada en la edición del Primer Serial Nacional Clasificatorio Infantil a Juvenil de San Luis Potosí, el año pasado; todas estas competencias en los 72 kg.

Recientemente, participó en el Segundo Serial Nacional de Luchas Asociadas Guadalajara, Jalisco; subió, como es su costumbre, al podio de ganadores, pero ahora en los 73 kg., donde se rankeó en el primer lugar nacional juvenil. Experiencia deportiva que la llevó a competir al Panamericano de Maracaibo, Venezuela, este mismo año.

“Con la experiencia y fogueos que he tenido, además de mis entrenamientos diariamente, estoy más que lista para ubicarme dentro de los tres primeros lugares, pero mi meta es la medalla dorada. Estoy consciente que las luchadoras de Canadá, Puerto Rico y Venezuela son fuertes, pero con disciplina, decisión y garra, saldré con la victoria”, sentenció la joven gladiadora auriazul.

La luchadora puma se encuentra trabajando arduamente para obtener el campeonato: en las mañanas se dedica al acondicionamiento físico y en las tardes al técnico táctico, bajo las órdenes de Zaprian Petrov Doychev.

Carlos Salvador estudia el sexto año de bachillerato en la Preparatoria cinco, tiene 18 años y desde hace cuatro practica la lucha olímpica. Ha participado en dos ediciones de Olimpiada, en 2007 y en esta última de 2009.

“Poco a poco he ido forjando mi camino en la lucha. El trabajo y la constancia me han traído aquí, ya que en mi primera intervención quedé en quinto sitio y fue en ese momento que me fijé una meta: ser campeón nacional y próximamente panamericano juvenil”, resaltó el bachiller.

El ser estudiante y deportista implica múltiples sacrificios, sin embargo el espigado e introvertido luchador no desacelera su ritmo de trabajo para llegar firme al Panamericano de Guadalajara. Sabe que enfrentará a los mejores tanto de México como de Latinoamérica y entrena diariamente en el gimnasio de Prepa cinco, incluso sábados y domingos, bajo las órdenes de los profesores Yvar Langle, Jacobo Mordenshay y José Luis Juárez.

Su gusto por la lucha es de familia: su padre José Luis Juárez, fue gladiador, mientras que su hermano gemelo y uno de sus primos también la practican; situación que Carlos cataloga fundamental pues “comprenden lo que siento y me apoyan en todo momento”

Tanto Carlos como Wendolline coinciden en la búsqueda del oro en la justa Panamericana como meta para demostrar que en el país hay excelente nivel de lucha olímpica. Además —señalan ambos—, representar a México y a la UNAM donde sea, es un doble honor y compromiso.