Jorge Iglesias Cervantes
Foto: Jacob V. Zavaleta

Un sólo aspecto desean olvidar los Pumas CU en espera de su duelo de este sábado ante los Linces de la UVM: los castigos.

Pese a que el fin de semana pasado el conjunto azul y oro doblegó 34-0 a los Frailes del Tepeyac, fue sancionado 19 ocasiones para una pérdida de 230 yardas, lo que no puede repetirse, ya que podría incidir en el resultado de los próximos juegos.

Su entrenador en jefe, Raúl Rivera, comentó: “El énfasis en los entrenamientos ha sido en evitar los castigos, además de ser contundentes en zona de gol”.

El coach se siente tranquilo antes de la confrontación ante la UVM, en virtud de que “hemos dado tiempo de juego a todos los integrantes del roster y aún así nos hemos mantenido ganando, ya que todos tienen un nivel similar”.

El análisis del desempeño de los jugadores es minucioso, ya que se les evalúa diariamente, y quien no cumple no juega, como es el caso del corredor Vladimir Araiza y del quarterback Francisco Alonso, quienes no tuvieron actividad el juego pasado en virtud de que se ausentaron un día de las prácticas.

La confrontación ante los Linces no representa nada especial, en relación con la preparación del equipo: “Intentamos no hablar de nadie en especial –prosiguió Rivera-, y por eso preparamos todos los juegos igual. No mencionamos nombres, porque para nosotros todos los rivales son igual de importantes, pero sí ponemos énfasis en lo que no queremos y, te repito, para este juego son los castigos”.

Para Rivera, los Linces “son un equipo con una defensiva peligrosa, ya que dependen en gran medida de ella para estar en el partido y tienen un staff con mucha experiencia. Son un conjunto rudo y agresivo. Otro factor que los hace peligrosos es que “necesitan ganar para pensar en la postemporada".

La defensiva puma anotó en dos ocasiones en el juego ante los Frailes, y eso anima a Rivera: “Para nosotros eso ha sido muy bueno, ya que la base de una defensiva no es sólo detener al rival. Las grandes defensas también anotan”.

Ir a jugar al campo de Perros Negros no inquieta al entrenador ni a sus jugadores: “Este año hemos viajado más lejos, en circunstancias más adversas, como fue la gira a Estados Unidos, donde enfrentamos desplazamientos por tierra de más de seis horas, temperaturas superiores a los 4 grados centígrados, estar solos en el campo del rival, entre otras. El juego de este sábado no representará mayores problemas, por lo que ni siquiera hemos mencionado ese punto”.