Los hermanos Jesús Octavio y José Antonio Vázquez Ojeda se verán las caras en el duelo Pumas-Frailes " />

Duelo fraterno en el Estadio Olímpico Universitario

Natalia Equihua
Fotos: Diego Figueroa


El devenir de la vida es siempre impredecible, caprichoso, pero los integrantes de la familia Vázquez Ojeda nunca se imaginaron lo que tenía preparado el destino para sus hijos Jesús Octavio y José Antonio.

Ambos iniciaron su carrera en la organización Pumitas y, hace un año, en 2008, jugaron juntos por primera ocasión en la que fue la última temporada Intermedia de Jesús Octavio, primera de José Antonio. Parecía que ambos estarían juntos en Liga Mayor.

No fue así. Toda la alegría que invadió a la familia en esa ocasión continuará este sábado, pues los dos hermanos estarán en el mismo emparrillado, el del Estadio Olímpico Universitario, pero como rivales. Jesús Octavio (44), safety de 23 años, en su segundo año de elegibilidad con los Frailes, se medirá a José Antonio (80), receptor novato de Pumas CU.

“Imaginaba que algún día podríamos jugar juntos en algún equipo, tal y como pasó en la Intermedia de Pumitas”, en 2008, “pero nunca pensé que sería en equipos rivales, y sobre todo jugando en una posición contraria a la mía”, dijo José Antonio, el puma.

Para Jesús Octavio, el fraile, la confrontación ante su hermano resulta algo extraño, “jamás pensé que nos enfrentaríamos; siempre creí que jugaríamos en el mismo equipo, pero ahora se trata de un reto, y para mí es un oponente más. Si me toca estar frente a él no habrá piedad”.

El apoyo de la familia ha sido importante para ambos, aunque, como señala Jesús Octavio, “unos se van a apoyar a Toño y otros a mí. Va a ser una situación rara, pero si llego a tenerlo enfrente va a ser un rival más y no mi hermano”.

José Antonio añadió: “Mis papás se sienten un poco presionados, porque no saben a quién apoyar. Y entre nosotros se siente la rivalidad, ya que la relación cotidiana se da con la persona a la cual te vas a enfrentar en el campo”.

La realidad es que la familia gusta de irlos a ver jugar, pero cuando lo hacen en el mismo horario el papá va a ver a uno y la mamá a otro. Este sábado, verán a los dos en un mismo escenario.

En casa la relación de ambos es buena, con las lógicas bromas entre rivales, pero como señaló Jesús Octavio “aparte de ser mi hermano es un buen amigo, y a veces nos damos algunos empujones en nuestro intento por ver quién hace mejor las cosas, pero en general nos llevamos bien”.

El safety del Tepeyac decidió integrarse a los Frailes cuando le ofrecieron “la oportunidad de estudiar una carrera universitaria, además de que es un equipo con gran tradición y bases bien fundadas. Además, una persona muy querida me motivó a irme para allá”.

Para el receptor de los Pumas la historia fue diferente.

“Desde mis últimos años en las categorías infantiles y mis primeras juveniles, me gustaron los Pumas CU, por lo que se convirtió en mi objetivo jugar en uno de los mejores equipos del país”.

Jesús Octavio ha sido testigo del esfuerzo que tuvo que desarrollar su hermano para integrarse a los Pumas CU, esfuerzo que, dijo, “deberá duplicar esta semana para poder participar en el juego de este sábado, para que se dé el enfrentamiento entre nosotros, pues sé que busca la competencia conmigo”.

José Antonio se siente emocionado ante la confrontación, y admitió que “en un principio pienso que nosotros podemos obtener la victoria, aunque no será fácil”.

La última palabra se escribirá este sábado, en el emparrillado del estadio Olímpico Universitario, a partir de las 11:00 horas.


México DF, 17/09/2009

   
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