Lo hizo el club Orcas de Chiapas y el Parque Ecoturístico Cañón del Sumidero por su octava competencia y segunda con ellos " />

Reconocimiento al nadador felino Pedro Guerrero

Emiliano Alvarado


Brazada a brazada fue trazando su camino: más de 200 kilómetros en aguas abiertas recorridos en 15 años. En su mente siempre está su pueblo Mineral del Chico, Hidalgo, su motivación es el reconocimiento de la gente, su última competencia: cinco kilómetros de aguas abiertas en el majestuoso Cañón del Sumidero, en Chiapas, la cual le valió al felino Pedro Guerrero Trejo un reconocimiento más por su amplia trayectoria como tritón de aguas abiertas.

El evento tuvo la característica de que la categoría más grande fue de 55 años en adelante. Don Pedro, como lo llama la gente, tiene 74 años y completó el recorrido dejando en su rastro a 15 nadadores convencionales. Al finalizar la competencia el Club Orcas y el Parque Ecoturístico Cañon del Sumidero le hicieron un homenaje.

Y es que Pedro cumplió su octavo evento, segundo con el club Orcas, destacando como uno de los competidores más aguerridos, fuertes y ejemplo a seguir de los demás atletas que nadaban a su lado. Además ha competido en distintas Copas FINA cumpliendo siempre con una destacada actuación.

La vida de Pedro tuvo un giro de 180 grados. Obrero industrial durante 38 años, acostumbrado al trabajo duro y pesado que esto implica. Un día al terminar sus labores ocurrió la pesadilla: “desafortunadamente a las afueras de la empresa en la que trabajaba me arrolló un carro dejándome sin mis dos piernas”, recordó con resignación el auriazul.

Año y medio tardó en aceparlo. No fue fácil, sin embargo el orgullo de salir adelante, de tener la humildad para admitir, en los momentos cruciales de su vida, la ayuda que necesitaba hizo que ahora Guerrero Trejo se sienta complacido y satisfecho de su legendaria carrera como deportista de la UNAM, la cual inició hace 15 años.

“Durante mi rehabilitación en el Seguro Social de la Unidad Independencia, se acercó un deportista de la Universidad dándonos una invitación para integrarnos al equipo de silla de ruedas, esto cuando yo tenía 57 años, ahí fue que nació mi inclinación por el deporte y de ahí en adelante descubrí que la natación era mi vida”, explicó don Pedro

A partir de ese entonces, el padre de ocho hijos, ha acumulado sin fin de experiencias en el agua, ya sea en competencias a nivel internacional, destacando la de Quito, Ecuador, en donde fue reconocido como el Discapacitado de Oro, como en nacionales, pero sin duda una vivencia que lo hizo fuerte física y mentalmente fue el bucear con el profesor Jack Baron a más de 35 metros de profundidad.

“Fue una muy bonita experiencia, el profesor me invitó y yo acepté. El contacto con la naturaleza es algo padrísimo, pero si yo hubiera sabido que bajaríamos esa distancia ni de loco acepto”, recordó entre risas. Sin embargo con esta vivencia se dio cuenta de todo lo que “puedo hacer a pesar de mi discapacidad”, comentó con el rostro en alto orgulloso de la hazaña.

Don Pedro no se cansa, seguirá participando en maratones y carreras en donde lo inviten. Continuará surcando ríos y mares con las brazadas de una persona de 74 años que sigue luchando por el reconocimiento de la gente, porque “es el deporte, además de los aplausos de las personas, las que me mantienen vivo”, finalizó.

México DF, 13/04/2009

 

 

 


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