• Subió al podio al levantar 102 kg en arranque y 130 en envión con lo que acumuló un total de 232, dejando atrás a los oponentes de Chihuahua y Yucatán

Autor:

Candelaria Chávez
Fotos: Jacob V. Zavaleta

Disciplina, sacrificio, fuerza y sudor son los elementos que el halterista y futuro químico farmacobiólogo Fernando Mondragón combina en su vida académica y deportiva. Eso lo demostró en la pasada edición de la Universiada 2008 en Guadalajara, al obtener tres medallas de oro para la UNAM, en la categoría de los 62 kilogramos.

El émulo de Hércules subió al podio al levantar 102 kg en arranque y 130 en envión con lo que acumuló un total de 232, dejando atrás a sus oponentes de Chihuahua y Yucatán.

La halterofilia se realiza en dos modalidades: arranque, donde el atleta levanta el peso en un solo movimiento, y envión o dos tiempos, subiendo el peso a la altura de los hombros antes de levantarlo totalmente. La suma de ambos da el total de puntos al vencedor.

Desde su etapa de bachiller, en la preparatoria ocho, Fernando quiso practicar futbol soccer, incluso en algún momento pensó que su vida estaba en el deporte de las patadas y, por qué no, podía formar parte de las fuerzas básicas de pumas; sin embargo, su destino cambió al conocer al profesor Rogelio Sánchez (+), hermano de su actual entrenador, Antonio, quien le vio la fuerza y coraje para practicar halterofilia.

“La verdad, desde mi primer competencia bajo las órdenes del profesor Rogelio, abandoné toda idea del futbol y me dediqué al cien a ejercitarme en el levantamiento de pesas. La verdad, no me arrepiento, he recorrido un arduo camino para llegar hasta aquí y ser campeón de ésta mi segunda Universiada, y eso, no lo cambio por nada”, aseguró el universitario.

Fernando Mondragón ha participado en cinco Olimpiadas Nacionales —de 2001 a 2005— donde se colocó dentro de los nueve mejores lugares. En Universiada, ésta es su segunda participación. En el 2007, en Monterrey, obtuvo el tercer lugar de la categoría 69 kilogramos.

Con cerca de ocho años de experiencia en la disciplina, Fernando, de 22, estudia el sexto semestre de la carrera de químico farmacobiólogo, en la Facultad de Química: “No me jacto de ser un buen estudiante, sin embargo, llevo lo mejor que puedo mis materias y cumplo con tareas y trabajos escolares en la medida de mis posibilidades, pues además de estudiar y hacer pesas también trabajo. Para todo me doy mis tiempos”, comentó Mondragón.

Dijo que “los sacrificios a través de todo este tiempo bien valen la pena. Ahora lo sé: quiero ser el mejor de México y darle todos mis triunfos a la Universidad. Con las medallas obtenidas y los éxitos académicos he sabido retribuirle. Debo entrenar aún más y exigirme estar siempre al cien para mantenerme en la cima”, argumentó.

Proviene de una familia de nueve hermanos y busca salir adelante por sus propios méritos. Para él, trabajo y estudio van de la mano, sin el primero no puede beneficiarse del segundo y mucho menos de un deporte como la halterofilia que requiere de atuendos e implementos idóneos para ejercitarse, alimentación especial y balanceada, pero sobre todo solvencia económica para asistir y participar en los torneos.

Al respecto, su entrenador, Antonio Sánchez, opinó “Es un muchacho disciplinado y constante. Está en la etapa de maduración deportiva y emocional; sabe que de ahora en adelante las exigencias serán mayores, pero lo logrará y prueba de ello son esas tres medallas que acaba de conquistar al vencer a sus fuertes oponentes del norte de la República quienes siempre se quedaban con el sitio de honor”, finalizó.

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