La Medicina del Deporte en la UNAM, referencia para esta especialidad en todo el país

Aún con todas las ventajas con que cuenta para su desarrollo, en el deporte de alto rendimiento se presenta una tasa elevada de lesiones

Candelaria Chávez
Fotos: Jacob V. Zavaleta

 

Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de su comunidad y atender los requerimientos del público en general, la UNAM, a través de la Dirección de Medicina del Deporte de la Dirección General de Actividades Deportivas y Recreativas, ofrece atención médica altamente especializada en cuatro clínicas ubicadas en Ciudad Universitaria: la del Frontón Cerrado, la Alberca, las Canchas de Futbol Americano y la propia Dirección de Medicina del Deporte.

En estas instalaciones se efectúan detallados estudios para valorar el estado de salud, así como las características morfológicas y capacidades físicas de las personas (fuerza, resistencia, movilidad, rapidez, etcétera), pruebas conocidas como evaluaciones morfofuncionales, con las que se pueden detectar padecimientos degenerativos como hipertensión, sedentarismo, diabetes, osteoporosis o problemas cardiovasculares para su tratamiento. Estos estudios los realiza la UNAM tanto a sus atletas y equipos representativos como al público en general.

Las evaluaciones comienzan con un electrocardiograma de reposo y prueba de análisis de composición corporal. Posteriormente se realiza una prueba de esfuerzo, una aeróbica y otra de resistencia, para concluir con una evaluación odontológica, de nutrición, psicológica y mecánica.

Una vez concluidas las pruebas se abre una historia clínica y se obtiene un diagnóstico integral que sirve para dar recomendaciones sobre la práctica de actividad física del interesado. Además, se brinda atención especializada para prevenir y, en su caso, tratar lesiones músculo-esqueléticas ocasionadas por la práctica de algún deporte a través de técnicas de evaluación, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y prevención.


Tratamiento de lesiones

El tratamiento de las lesiones en la Medicina Deportiva se maneja en cuatro etapas: reposo, hielo, compresión y elevación (RICE, por sus siglas en inglés), lo que también se conoce como Manejo Inicial de Lesiones, donde el facultativo participa de manera conjunta con el paciente pasando revista a los diferente niveles de prevención y a las repercusiones en la práctica deportiva.

“Se concede excesiva importancia a la actividad física y a sus beneficios. Sin embargo, en este campo se observa un número importante de personas que se ostentan como instructores y no cuentan con la preparación e infraestructura necesarios para impartir un entrenamiento adecuado. Esto aumenta la incidencia de lesiones”, indica la doctora Cristina Rodríguez Gutiérrez, directora de Medicina del Deporte.

Inclusive, en el deporte profesional o de alto rendimiento, aún con todas las ventajas con que cuenta para su desarrollo, se presenta una tasa elevada de lesiones, entre las que destacan las musculares en todos sus grados y su nombre varía de acuerdo al número de fibras que se rompen, así como las meniscales.

“Aquí lo que hacemos es inmovilizar la parte afectada, aplicar hielo en la zona de lesión, vendarla de manera compresiva para evitar una inflamación mayor, y elevarla para evitar mayor irrigación de sangre. Mientras controlemos la inflamación, será mucho más rápida la recuperación”, señala la especialista.

Posteriormente, y con el objetivo de integrar al paciente de nueva cuenta a la vida cotidiana, la facultativa recomienda diez sesiones de terapia donde se aplicará electroestimulación, ultrasonido y calor superficial para acelerar el proceso de recuperación. Tras ello, el paciente entra a rehabilitación, la cual dependerá del tipo de percance que haya sufrido.  

En cuanto a lo que se conoce como desgarres, tirones, contracturas y domato (dolor muscular de aparición tardía), se deben a golpes o sobre-estiramiento, lesiones que en las estadísticas generan el 30 por ciento de las consultas en Medicina del Deporte. El 40 por ciento del total de lesiones atendidas son de futbol americano.

Hoy en día es más común que los particulares se acerquen a los médicos del deporte para tratar lesiones o bien prevenirlas, pues mientras un galeno general inmoviliza la zona en promedio cuatro semanas, con Medicina Deportiva la parte afectada se puede movilizar a los dos días.

La doctora Rodríguez Gutiérrez advierte enfática que la Medicina del Deporte “es meramente preventiva. Si se requiere de cirugía, los pacientes son canalizados a hospitales que cuenten con el equipo necesario”.

También señala que a través de la actividad física se pueden contrarrestar otros padecimientos degenerativos como la hipertensión, sedentarismo, diabetes y osteoporosis, así como problemas cardiovasculares, que limitan la calidad de vida de los pacientes.


Reconocimiento internacional

El trabajo de la asistencia médica deportiva en la UNAM ha sido siempre reconocido como uno de los mejores a nivel nacional e internacional. Sus instalaciones, programas y equipos, pero sobre todo su personal altamente especializado, lo catapultan como referencia en la rama deportiva de la Medicina mexicana.

Ser el mejor en su área no es fácil. Para llevar a buen puerto el trabajo, la dependencia cuenta con 14 especialistas (entre médicos del deporte y traumatólogos), además de siete licenciados en Enfermería, de los cuales tres son expertos en Medicina Deportiva, dos en Cultura Física y Deporte, uno en Cardiología y otro en Fisioterapia.

Al mismo tiempo, el área tiene entre sus filas a tres licenciadas en Nutrición, una psicóloga, seis residentes de Medicina de la Actividad Física y Deporte, y ocho profesionales más, hacen su especialidad en Enfermería en la Cultura Física y Deporte.

No en balde a estas instalaciones han acudido a realizarse pruebas y diagnósticos físicos equipos profesionales del futbol mexicano como el Atlante, Pachuca, Cruz Azul y Cruz Azul Hidalgo, sin faltar Pumas y Pumas Morelos, con todos sus canteranos.

También han acudido las selecciones nacionales de futbol de categoría mayor y la sub 17 previo a alguna competencia internacional, al igual que el equipo de futbol americano Pumas CU.

Del mismo modo, no faltan a su cita los equipos representativos y de alto rendimiento de la UNAM en las disciplinas de atletismo, basquetbol, beisbol, box, canotaje, ciclismo, deporte adaptado, futbol asociación, gimnasia, judo, karate, levantamiento de pesas, luchas asociadas, remo, natación, taekwondo, tiro con arco, triatlón, voleibol de sala y playa, y polo acuático, conjuntos que compiten en Universiada y Olimpiada Nacional.

A Medicina del Deporte también han acudido a evaluarse miembros de las escuelas de danza de la maestra Nelly Campobello, sin faltar el Centro Universitario de Teatro (CUT) y el Taller Coreográfico de la UNAM. Entre los atletas de alto rendimiento que han recibido atención especializada en Medicina del Deporte destacan la halterista Soraya Jiménez, campeona mundial y olímpica, así como la ciclista Nancy Contreras.

México DF, 16/03/2010

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