Medicina del Deporte de la UNAM contribuye a un mayor desarrollo físico de los jugadores del Club Universidad Nacional

La prueba de isocinesia y de preparación física del club universidad que trabaja de cara al arranque del torneo Apertura 2023.

Omar Hernández
Fotografías: Jacob Villavicencio

 

Con miras al inicio del torneo Apertura 2023 de la Liga MX, la Dirección de Medicina del Deporte de la Dirección General del Deporte Universitario de la UNAM realizó, entre el 24 y 26 de mayo, los exámenes médicos al primer equipo varonil del Club Universidad Nacional, con principal enfoque en la prueba de isocinesia, para conocer la fuerza muscular en los cuádriceps e isquiotibiales de los atletas del plantel, y el comportamiento del corazón y la tensión arterial durante el esfuerzo.

“Los resultados de la prueba de isocinesia los vamos a comparar con los de esta misma evaluación que hicimos hace unos meses. Saber cómo está su condición de fuerza permite evitar lesiones y mejorar su desempeño deportivo. Vamos a tener datos fidedignos para hacer comparaciones, y el preparador físico del Club Universidad Nacional analizará los resultados. Con base en eso, hará su esquema de trabajo”, indicó la doctora Cristina Rodríguez Gutiérrez, directora de Medicina del Deporte de la UNAM.

“Actualmente los jugadores deben estar más desarrollados físicamente, respecto a hace seis meses, debido a los resultados de la prueba de isocinesia. Para Pumas sí es muy importante saber en qué condiciones físicas están sus jugadores, porque están sometidos a un esfuerzo diario”, añadió la especialista.

Julio González Vela Alvizu, portero de los Pumas, consideró que la prueba de isocinesia es “la más importante para nosotros los porteros. Si bien no corremos, nuestros movimientos son explosivos, entonces la fuerza que tengamos en las piernas es lo que determina a qué balones podemos llegar y a cuáles no, y qué cosas debemos trabajar para tener más potencia”.

Con la prueba de isocinesia “se pueden prevenir lesiones, en especial de ligamentos cruzados, cuando tienen un buen balance muscular entre cuádriceps e isquiotibiales. El cuádriceps siempre es más fuerte, pero la proporción debe ser de 1.6 con respecto a los isquiotibiales. Si no es así, esto puede ocasionar lesiones”, explicó Rodríguez Gutiérrez.

Las pruebas isocinéticas se realizan sólo al primer equipo varonil y femenil de Pumas, y permiten monitorear cuánto ha avanzado cada jugador en cuanto a su fuerza en las piernas, comparar entre la fuerza de ambas extremidades en cada uno de los atletas o entre diferentes jugadores, e incluso se podrían generar parámetros de fuerza mínimos para los jugadores del primer equipo. Además, el aparato puede registrar la fuerza de otros grupos musculares como brazo o espalda.

El paso de los elementos de Pumas por Medicina del Deporte de la UNAM también incluyó la realización o actualización de una historia clínica, pruebas de antropometría para ver cómo es su composición corporal en cuanto al porcentaje de músculo y de grasa, revisión dental y se examinó cómo se comporta el corazón en reposo y en esfuerzo, así como aspectos de flexibilidad, velocidad y reacción, entre otros.

César Huerta Valera, delantero del Club Universidad Nacional, dijo que “el equipamiento de primer nivel nos ayuda mucho, agradecemos el privilegio de estar aquí realizando las pruebas físicas. Nosotros, después de cada entrenamiento, hacemos trabajos de fortalecimiento que ayudan a tener masa muscular balanceada y evitar lesiones”.

Medicina del Deporte de la UNAM recibirá a partir del próximo 7 de junio al equipo femenil de Primera División, y más adelante a las diferentes categorías de ambas ramas para culminar con todos los equipos del Club Universidad Nacional a inicios del mes de julio.

México DF, 02/06/2023

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