Coloquio para analizar esos fenómenos globales: racismo, exclusión, intolerancia, discriminación y xenofobia en el deporte.

Encuentro organizado por la Dirección General del Deporte Universitario junto con el SURXE y el INAH

Patricia López Suárez / María Guadalupe Lugo García
Fotografías: Fredy Pastrana, Cristóbal Vega y DGDU

 

Para analizar la exclusión, intolerancia y discriminación subyacentes a la práctica deportiva, observadas desde diversas miradas de especialistas en deporte, medicina y antropología, la Dirección General de Deporte Universitario (DGDU), el Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Racismo y Xenofobia (SURXE) y el Instituto Nacional de Antropología (INAH) organizaron el Coloquio cuerpo, deporte y racismo, que se realizó en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM.

 ¿Diferencias antropométricas?

Diversos estudios científicos se han hecho a lo largo de la historia para saber si existen variantes entre deportistas afro­descendientes y caucásicos, pues mientras los primeros sobresalen en deportes como atletismo y basquetbol, los segundos se distinguen en natación o tenis, afirmó María Cristina Rodríguez Gutiérrez, médica deportiva adscrita a la DGDU.

Sin entrar en consideraciones culturales, económicas o sociales, y centrándose únicamente en datos de las cualidades físicas del cuerpo humano, la experta ofreció algunas luces en su conferencia Racismo en el deporte: una mirada desde el punto de vista fisiológico y antropométrico. 

Rodríguez Gutiérrez expuso que cerca del 20 por ciento de: la población mundial es afrodescendiente, y destacó su representación en ligas de élite como la NBA, donde 83.1 por ciento de los jugadores pertenecen a ese grupo, al igual que en la NFL, con 69.4 por ciento.

Sin embargo, como entrenadores su presencia se limita al 30 por ciento en la NBA y a 12.5 por ciento en la NFL, donde de 32 equipos sólo nueve tienen un afroamericano como mariscal de campo", comentó.

En atletismo, en las carreras de 100 metros, los 46 velocistas más rápidos de la historia son afrodescendientes, mientras que sólo un atleta caucásico (Christophe Lemaitre) bajó de los 10 segundos en dichas carreras.

"En las carreras de fondo predominan los africanos, tanto hombres como mujeres, y se han encontrado en ellos y ellas cualidades en el centro de gravedad, la densidad mineral ósea, las características estructurales y los tipos de fibras musculares", indicó Rodríguez Gutiérrez.

La médica deportiva dijo que los maratonistas africanos tienen extremidades pélvicas más largas, 1.5 por ciento mayor velocidad y más habilidad para correr. "Por ejemplo, la densidad mineral ósea es de 1.05 gramos por centímetro cuadrado, mientras en los caucásicos ésta es de 99 gramos".

Especialistas médicos han encontrado destacadas cualidades genéticas en corredores africanos del Este (Etiopía, Uganda y Kenia), especialmente en los genes ACE y ACT3, relacionados con sus habilidades atléticas.

 El caso brasileño

Por su parte, Sergio Varela Hernández, profesor-investigador del Centro de Estudios Antropológicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, afirmó que el racismo sigue presente en el futbol con mucha fuerza. De hecho, este deporte ha sido una institución de segregación y al mismo tiempo, de integración racial y de clase, es decir, un proceso de doble discriminación.

En su charla Estereotipos raciales en el futbol latinoamericano, el sociólogo indicó que quienes se dedican a la administración deportiva siempre dirán "de manera apologética que el deporte es integrador y creador de paz, lo cual es cierto, en particular en el futbol; pero éste tiene un lado criticable: la segregación".

Refirió que el deporte más popular del mundo surgió en un momento determinado de la historia en el que las condiciones sociales estaban basadas, y siguen estando, sobre conceptos raciales diferenciadores de género.

En el proceso histórico de la creación del futbol en Brasil, la fuerza laboral proveniente de Europa tuvo un papel importante; mientras que en el caso argentino y chileno la llegada de italianos y de españoles durante el siglo XIX y principios del XX fue fundamental para su configuración étnico-racial y la práctica de ese deporte.

En el Club Fluminense, creado en 1902 en Río de Janeiro, todos sus jugadores eran blancos, estaba prohibido el ingreso de los obreros y de la población afrodescendiente. Eran espacios deportivos exclusivos y excluyentes, lo que fue notable aún a principios del siglo XX, cuando empezaron a aparecer futbolistas negros; el primero, Femando Corregal, antecedente de Garrincha y Pelé.

México DF, 01/06/2023

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