David Picasso sigue siendo el rey. El alumno de la Licenciatura en Neurociencias de la Facultad de Medicina prolongó a 25 el número de peleas ganadas desde su debut en el profesionalismo (25 de marzo de 2017), con un contundente triunfo por nocaut técnico sobre el sinaloense Kevin Villanueva, quien entró a escena el pasado sábado 4 de marzo ante los problemas de migración que impidieron al peruano Carlos Zambrano estar en el ring del Centro de Convenciones de Yucatán, en Mérida.

“Cada vez me siento con más confianza arriba del ring, mi estilo se vio muy bien. Lo más valioso fue medirme a un contrincante con un estilo muy parecido al de mi próximo rival, y haberle ganado por nocaut técnico nos habla de que estamos trabajando bien”, afirma contundente Alan David Picasso Romero, el boxeador profesional que al mismo tiempo se forma en las aulas de la Facultad de Medicina.

A casi seis años de distancia de ese primer combate profesional, el universitario está cerca de cumplir, en este 2023, uno de sus máximos sueños en el deporte de los puños: conseguir un título mundial. Para este momento cumbre enfoca su preparación, una eventual pelea por el campeonato supergallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante el tijuanense Luis Pantera Nery, pero antes debe vencer en una pelea de eliminatoria al estadounidense Raeese Aleem.

“Ante Pantera Nery sería la pelea más importante del año para mí porque estamos muy cerca del título mundial, mi sueño desde niño, desde que empecé a entrenar, aunque siempre digo que la pelea más importante es la que viene, en este caso es la de Raeese Aleem y luego la del título”, añade El Rey Picasso.

Como parte de su entrenamiento deportivo para alcanzar su anhelado objetivo, David Picasso madruga todos los días para comenzar sus entrenamientos en Ciudad Universitaria, antes de iniciar sus clases de la carrera de neurociencias. En algún tiempo libre entre clases hace natación en la Alberca Olímpica Universitaria y luego se va a otra sesión de entrenamiento vespertina antes de llegar a casa para realizar sus trabajos escolares.

“Siempre quise entrenar en Ciudad Universitaria, están bien las instalaciones. Como todo, siempre hay cosas que se pueden mejorar, pero las sensaciones son muy buenas. La panorámica es impresionante, es muy bonito ver el amanecer en Ciudad Universitaria”, comparte.

En cuanto a su carrera académica, la considera parte de su entrenamiento. Disfruta de la materia de neuropatología, en la cual entiende las enfermedades del sistema nervioso como el mal de Parkinson, entre otras. Asimismo, estudia una carrera de rehabilitación que incluso la considera útil para su vida deportiva.

“La carrera me gusta mucho, estoy fascinado, me apasiona mucho estudiar neurociencias, los profesores son flexibles con mi preparación. Una parte es el entrenamiento físico y otra parte es el entrenamiento mental”, asevera.

A pesar de estar en la elite del boxeo profesional, Picasso Romero mantiene la humildad y convive con sus compañeros de generación en las aulas y fuera de ellas. “Tengo un compañero que estuvo en el selectivo interno de boxeo rumbo a Universiada Nacional, al principio yo no quería meter mucho el tema de que soy boxeador profesional, y la verdad es que nos tratamos normal, como compañeros, como amigos, nos ayudamos con la tarea y todo normal”, subraya antes de describir su pasión por los colores azul y oro.

“Es un orgullo para mí formar parte de la UNAM, tengo mucho respeto por los colores de la institución, en el short de pelea siempre porto el puma, por eso mismo, y siempre he estado apoyado, mi familia también entiende y apoya esta pasión”, sentencia.