En un contexto de tensiones internacionales, es fundamental conocer el vínculo intrínseco que existe entre el deporte y la geopolítica. Es por esto que los académicos de la UNAM, Sergio Varela Hernández, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), y Otto Ulrike Amilcar Becerril García, del Centro de Estudios del Deporte (CED), definieron las características de esta relación en el conversatorio “Geopolítica en el deporte: enemistades internacionales”, transmitido a través de Facebook de Deporte UNAM.

“Normalmente se piensa que el deporte está influenciado por las demás esferas sociales, pero desde una perspectiva crítica hay que entender que el deporte también influye en las demás dimensiones. La influencia es mutua”, afirmó el académico Sergio Varela, quien además detalló que no podríamos comprender el mundo como está configurado actualmente, si no conocemos la dimensión deportiva.

Para el profesor de la FCPyS, sin el entendimiento cabal de las competencias deportivas no se podría comprender mucho de lo que implica el entorno geopolítico contemporáneo, por lo que considera que el deporte es una esfera de primordial influencia en el accionar político internacional, la cual no debe ser dejada de lado en los análisis de los grandes acontecimientos sociales.

Ambos expertos también concordaron en que el deporte, como actividad económica, cultural y popular que atrae a las masas, es uno de los fenómenos más importantes de la última parte del siglo pasado y del actual, lo que lo hace contener una carga de disputa simbólica que se lleva al plano de la política. Un elemento que Sergio Varela destaca, como parte importante de esta relación, es el nacionalismo, el cual cobra un peso mayor a causa de las justas deportivas: “El deporte ha servido para afianzar el sentimiento nacionalista. El hecho de que los deportistas representan a colectivos tan grandes como los Estados nacionales desde hace más de 150 años es un elemento clave para entender por qué se logra consolidar este sentimiento”. 

Al respecto, Otto Becerril comentó que la idea olímpica de la era moderna simboliza una guerra mundial, que no muestra su carácter militar, pero que da una percepción suficiente de las jerarquías de las naciones. Tomando en cuenta esto, todos los gobiernos tienen conciencia de que el deporte es un elemento atractivo para su población y para su área de actuar en la esfera global.

Asimismo, Becerril García subrayó la importancia que actualmente tienen organismos deportivos como la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) y el Comité Olímpico Internacional (COI). “Son actores de gran peso. Incluso la FIFA agrupa a más Estados que la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU). Se puede ver cómo las posturas de estos organismos, a pesar de ser privados, pueden llegar a incidir definitivamente en las políticas de los Estados”, aseguró.

El actual conflicto internacional que involucra principalmente a Rusia y a Ucrania es un claro ejemplo de la estrecha relación de ambas esferas, según Otto Becerril. Puntualiza que ha sido llamativo cómo, tras las declaraciones públicas de los políticos de ambos bandos, se han desencadenado una serie de vetos y expulsiones de los atletas rusos de distintas competencias deportivas.

Tras dejar en claro que el deporte y la política son entes completamente vinculados y que muchos roces internacionales se pueden explicar a través de ambas esferas, los expertos aseguraron que el deporte también tiene un lado unificador, bajo los valores y la armonía implícitos en las cartas olímpicas. Es cierto que el deporte puede exacerbar tensiones, también es capaz de unificar lo que estructural y económicamente no está unificado, concluyeron ambos expertos.