Ultimate de la UNAM, un promotor del juego limpio que se fortalece durante la pandemia

• En su práctica no existen árbitros, por lo cual se fomenta la justicia y sana competencia entre los propios jugadores.

Amauri Legorreta
Fotografías: Cristina Jiménez y cortesía de Daniel Aguilar

 

La honestidad y el espíritu competitivo son algunos de los valores que fomenta el ultimate entre los integrantes del equipo representativo de la UNAM, quienes han implementado nuevos métodos de entrenamiento para mantenerse activos, en buen nivel y evitar la deserción de jugadores durante el intermitente confinamiento que inició desde marzo del año pasado.

“Esta disciplina se caracteriza por encontrar la mejor versión de los jugadores en cuanto a su espíritu deportivo. En nuestro deporte no existen árbitros, por lo que todos debemos de conocer el reglamento y promover el juego limpio entre nosotros para que se desarrolle el partido”, afirma Daniel Aguilar López, actual jugador y coach del equipo puma de ultimate, un deporte en el cual, además, las escuadras pueden estar conformadas de forma mixta, es decir, por mujeres y hombres.

La irrupción de la pandemia y el consecuente aislamiento social para evitar una mayor propagación de la misma ha significado una oportunidad de crecimiento y de expansión de horizontes para esta disciplina deportiva de la UNAM, contrario a lo perjudicial que en un principio parecía ser.

 “La pandemia fue un golpe muy duro, varios integrantes tuvieron que moverse de la Ciudad de México. Por eso decidimos comenzar a trabajar a través de Zoom, también les mandamos videos para que practiquen desde sus hogares, ya sea solos o con su familia, además de hacer sesiones de actividad física para el mantenimiento de la buena condición: rutinas físicas, trotes, resistencia, cardio y estiramientos, entre otras”, añade el ingeniero mecánico por la Facultad de Ingeniería.

Daniel Aguilar es uno de los pioneros del equipo representativo de ultimate de la UNAM, incursionó desde hace nueve años. “Me ha tocado escalar rangos en el equipo, inicialmente fui aprendiz, jugador y ahora también como coach, le ayudo a la profesora Marcela Trejo (entrenadora en jefe y presidenta de la Asociación de Ultimate de la UNAM)”.

Para seguir perteneciendo al equipo como jugador, el joven universitario de 28 años de edad ha tenido que ampliar sus estudios académicos en la Universidad Nacional, con la conclusión de la Especialidad en Ahorro y Uso Eficiente de la Energía y la actual realización de la maestría en Energía, ambos posgrados en la Facultad de Ingeniería.

“Nuestra disciplina deportiva se caracteriza por la ética, la constancia, las ganas y el respeto al deporte. Enseñamos la capacidad de resolver conflictos a los jugadores y que esto lo implementen en su vida cotidiana”, asevera el alumno de maestría.

“El cambio de alumno a coach fue un reto. Me gusta incentivar el gusto a los demás por algo que me apasiona a mí. Lo primero que les digo a los jugadores es que el aspecto académico es lo fundamental y el reconocimiento de tu profesión se amplía con el enaltecimiento deportivo”, asegura.

Como jugador auriazul, Aguilar López consiguió un cuarto lugar nacional en 2018, además de ganar dos veces el Torneo Universitario de Ultimate y conseguir, junto con todos sus compañeros de equipo, ser el primer club universitario de la disciplina reconocido formalmente por una universidad en México.

En el ultimate se enfrentan siete contra siete jugadores que pueden ser mixtos (mujeres y hombres), utilizando un disco volador (frisbee) en un campo con una zona de gol en cada extremo, similar al de futbol americano. Los partidos se juegan a 15 anotaciones y duran alrededor de 100 minutos. El objetivo es que algún jugador anote teniendo el disco dentro de la zona de gol. Las tres posiciones básicas son handler (armador), medio (enlace) y deep (corredor), y no son fijas.

México DF, 09/09/2021

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