Equipo de baloncesto varonil representativo de la UNAM realiza evaluaciones morfofuncionales

•La Dirección de Medicina del Deporte recibe a los atletas universitarios para determinar en qué condiciones regresan a los entrenamientos.

Rodrigo de Buen
Fotografías: Jacob Villavicencio e Iran Meléndez

 

El regreso a las actividades presenciales sigue adelante en el deporte universitario. En esta ocasión, el equipo de baloncesto varonil representativo de la UNAM acudió a los servicios de la Dirección de Medicina del Deporte adscrita a la Dirección General del Deporte Universitario para conocer en qué condiciones regresan sus miembros a los entrenamientos presenciales.

De este modo se retomaron las evaluaciones morfofuncionales a equipos y atletas representativos de la UNAM, iniciando con el equipo que dirige el entrenador Daniel Gómez León, con base en los Lineamientos para el regreso del Deporte Universitario en el marco de la Pandemia que establecen un retorno a las actividades presenciales en forma paulatina y segura.

Marco Ricardo Rodríguez Romero, alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y seleccionado auriazul de basquetbol varonil, comentó: “nos estamos acoplando cada vez más al regreso a las actividades presenciales. Al llevar a cabo las pruebas físicas y médicas, sentimos que poco a poco volvemos a la rutina. Conoceremos cómo nos encontramos realmente en lo físico”.

Por su parte, María Cristina Rodríguez Gutiérrez, titular de Medicina del Deporte, señaló que “por el momento tenemos un número menor de evaluados, sólo cuatro por día. Antes podíamos hacer hasta diez, pero ahora estamos teniendo mucho cuidado para preservar condiciones de distanciamiento social y de control sanitario. Los deportistas llegan con su cubrebocas, careta y responden un cuestionario para saber si han padecido Coronavirus o han tenido contacto con algún paciente enfermo”.

“En este momento resulta muy importante saber cómo están los chicos, en qué condiciones físicas llegan, para determinar las cargas de trabajo físico adecuadas y así evitar lesiones, después de un largo periodo en donde se mantuvieron con entrenamientos a distancia guiados por su entrenador”, dijo la doctora Cristina Rodríguez, quien añadió que es de vital importancia verificar la condición actual del corazón en cada deportista.

La evaluación morfofuncional consiste en pruebas de bioquímica para medir los niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos y ácido úrico. Se realiza una historia clínica para evaluar el estado de salud por medio del interrogatorio médico y se toma un electrocardiograma en reposo, con el cual se detectan o descartan alteraciones en el corazón. También se incluyen estudios de odontología, psicología, biomecánica y nutrición.

En la evaluación antropométrica se obtiene información de la composición corporal de grasa, músculo y hueso, así como las tendencias de la constitución física en los jugadores. En el laboratorio de ergometría se realiza la prueba de esfuerzo en una banda caminadora, donde se evalúa la adaptación del corazón y la capacidad física del individuo.

Además de Ricardo Rodríguez, otros 19 jugadores universitarios de baloncesto son evaluados distribuidos en cinco días diferentes, con la finalidad de retomar lo más pronto posible un nivel óptimo que les permita competir de la mejor manera en la Liga ABE (Asociación de Basquetbol Estudiantil) y en busca del boleto a una edición más de la Universiada Nacional.

“Luego de más de un año de estar entrenando a distancia, nuestras reacciones no son las mismas que antes de la pandemia, lo cual considero que es normal y que poco a poco nos iremos soltando mejor, tanto en los entrenamientos como en las competencias, cuando existan las condiciones para afrontarlas”, sentenció Marco Ricardo Rodríguez.

México DF, 17/06/2021

Más noticias