Golpe de calor, agotamiento y calambres, entre los riesgos del ejercicio en ambiente caluroso

• La hidratación es fundamental en el cuidado del estado físico durante la práctica deportiva en altas temperaturas, consideró especialista.

Dhamar Mireles
Foto: Cristina Jiménez

 

La mitad del año se acerca y, con ello, la llegada del verano y de altas temperaturas ambientales parece inminente, ante esto resulta indispensable tener presente cuáles son los riesgos de la práctica de actividad física en condiciones calurosas y cómo prevenir las afectaciones que se puedan presentar en el cuerpo humano en esas circunstancias. 

Ricardo Ugalde Ramírez, residente de primer año de la especialidad de medicina de la actividad física y deportiva de la UNAM, advirtió, en una charla transmitida por Facebook Deporte UNAM, que los distintos padecimientos por calor suceden con mayor frecuencia en personas que no están acostumbradas a realizar ejercicio en esas condiciones climáticas.

Según el experto en el tema, estos males son: calambres, debido a un desbalance de los líquidos que hay en el cuerpo y las sales que contiene el mismo; agotamiento, por el poco aporte sanguíneo hacia los músculos, lo cual hace que se fatiguen; y el llamado golpe de calor, que sucede cuando la temperatura es excesiva, mayor de 40.5°, y hay una reducción de aporte sanguíneo al sistema nervioso.  

Este último caso puede ser de gravedad, ya que, si no se atiende a la brevedad, puede provocar daños severos. Su principal manifestación es la alteración del estado mental, porque el cerebro no puede funcionar bien cuando está muy caliente, entonces, suele haber desorientación, confusión y colapso. 

“En algunos escenarios específicos, el desenlace puede ser especialmente malo cuando no se toman todas las precauciones necesarias”, consideró Ugalde Ramírez, quien añadió que lo mejor es prevenir estas situaciones a través de la aclimatación, de la hidratación e incluso de la abstinencia de realizar actividad física si las condiciones de humedad relativa y temperatura ambiental indican un alto riesgo. 

Con relación a la aclimatación, el médico adscrito a la Dirección General del Deporte Universitario mencionó que se trata de un periodo de tiempo en el cual el cuerpo se acostumbra a las condiciones calurosas. “Todos los cambios empiezan poco a poco, pero al segundo día de hacer ejercicio en ambiente caluroso, ya se observan cambios, sobre todo en fatiga. A la semana de estar en estas condiciones, se alcanza un 60 por ciento de la aclimatación, y transcurridas las dos semanas, más del 80 por ciento. Por ello, cuando una persona se enfrenta a este clima, se recomienda incrementar gradualmente el ejercicio, tanto en duración como en intensidad”, detalló. 

Lo ideal, también, en estas condiciones, es tener una buena hidratación. “Se debe compensar al 150 por ciento las pérdidas de líquido que estamos teniendo. Para conocer nuestro déficit de líquidos es necesario pesarse antes y después de hacer ejercicio, y la diferencia es lo que se perdió. Esto sólo se puede hacer cuando la realización del ejercicio ya supone una rutina para cada quien, y no cuando se hace alguna actividad física de forma esporádica”, abundó el especialista. 

En caso de que alguno de los padecimientos ya se haya presentado, la mejor forma de afrontarlo es a través del enfriamiento e hidratación. “El tratamiento va a ser el enfriamiento y la hidratación. Está prescrito que, para el golpe de calor, lo más eficiente es sumergir al paciente en agua con hielo, pero la verdad eso es algo a lo que pocas veces se tiene acceso, entonces, se debe enfriar con lo que se pueda, ello incluye una ducha de agua helada”, subrayó.

México DF, 17/05/2021

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