Eduardo Ávila, el Judoman del Mérito Deportivo

• El judoca paralímpico de la UNAM fue reconocido con la medalla al Mérito Deportivo 2019 y tiene como objetivo los Paralímpicos de Tokio.

Dhamar Mireles / Omar Hernández
Fotos: Congreso de la Ciudad de México y Archivo DGDU - Jacob Villavicencio

 

Orgullo y honor, son las primeras palabras que emanan de la mente de Eduardo Adrián Ávila Sánchez, integrante de la Asociación de Judo de la UNAM y ex alumno de la Facultad de Química, para explicar el significado de haber sido reconocido con la medalla al Mérito Deportivo 2019, otorgada por el Congreso de la Ciudad de México, en la categoría de figura deportiva de alto rendimiento en deporte adaptado. 

“Es un orgullo y un honor que nuestra ciudad, la capital del país, reconozca a los ciudadanos que están aportando un poco al desarrollo. En este caso el deporte ha sido para mí una herramienta de desarrollo físico, psicológico y personal. También es un compromiso para seguir contribuyendo con la ciudad”, manifiesta Eduardo “Judoman” Ávila, quien hace extensivo ese orgullo hacia la UNAM entre un sentimiento de añoranza. 

“El dojo de Ciudad Universitaria lo conozco desde que era niño, le tengo un enorme agradecimiento a la UNAM, y ahora en pandemia es algo de lo que más se extraña”, comparte el judoca paralímpico quien, entre sus logros deportivos más importantes del año 2019, cuenta la presea de bronce en la categoría de 81 kilogramos del Grand Prix de Judo de la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA) Bakú, Azerbaiyán, y la de oro en la misma categoría del Clasificatorio de Judo de la IBSA, en Indiana, Estados Unidos. Ambos eventos otorgaron puntos en el ranking mundial para clasificar a los Juegos Paralímpicos de Tokio. 

La medalla al Mérito Deportivo reconoce los logros en la carrera deportiva de Eduardo Ávila, entre los cuales también destacan las tres medallas paralímpicas que posee: oro en Beijing 2008 (categoría 73 kilogramos), bronce en Londres 2012 (categoría 73 kilogramos) y oro en Río 2016 (categoría 81 kilogramos). 

Eduardo Ávila busca refrendar su oro paralímpico en Tokio, competencia a la cual clasifica si se mantiene entre los primeros siete lugares del ranking luego del Grand Prix de Bakú que se celebrará a mediados de junio del presente año. 

“Tengo que subir o mantenerme dentro de los lugares que clasificamos, que son siete. Yo estoy en el lugar seis. Mientras más luchas se ganen, mayor es la cantidad de puntos que se dan en el Ranking Mundial. Voy con todo, como si no hubiera pandemia, como he ido siempre”, afirma el judoca auriazul. 

Y es que el confinamiento ha sido una verdadera prueba a superar. Con pocos espacios para entrenar y la incertidumbre del eventual regreso a las competencias presenciales, Eduardo Ávila buscó las formas para mantenerse en óptimas condiciones físicas. 

“Primero fue quedarme sin entrenar, de un día para otro, pensando en que esto iba a pasar rápido, pensé en recuperarme un par de semanas de las lesiones que traía y regresar con todo, pero pasaron meses y ya no podía quedarme sin entrenar, así que comencé a hacer preparación física funcional en casa, y ahora me muevo a entrenar donde hay un dojo o donde se pueda”, detalla el deportista auriazul. 

En los próximos días, Ávila Sánchez ingresará al Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR), en una suerte de burbuja donde se encuentran los atletas que se preparan rumbo a Tokio y ahí permanecerá hasta viajar a Azerbaiyán, para el Grand Prix de Bakú. “Cada logro ha tenido lo suyo y todos son un conjunto de metas cumplidas”, sentencia el también multicampeón nacional y Premio Nacional del Deporte 2014.

México DF, 11/05/2021

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