Marianne Bergerault se empeña en mantener su mejor forma física durante el confinamiento

• El objetivo de la alumna de la Facultad de Química, y capitana de escalada, es llegar en las mejores condiciones a una Universiada.

Alejandro Novoa
Fotos: Luis Ángel Martínez, Fredy Pastrana y cortesía Marianne Bergerault

 

El reto actual de Marianne Bergerault Fernández, alumna de la Facultad de Química, es llegar en la mejor forma posible a la siguiente edición de la Universiada Nacional, competencia que el año pasado se iba a celebrar en Guanajuato, pero fue cancelada debido al confinamiento por la Covid-19. Sin importar cuándo vuelva a competir la UNAM en la justa estudiantil, la escaladora mantiene firme su preparación con la ayuda de su ingenio para mantenerse a punto en el aspecto físico. 

“Mi principal objetivo sigue siendo la Universiada Nacional. Hay tiempo para ponerse a punto, como se debe, en cuanto a la forma física, aunque también hay cierta incertidumbre porque todavía no nos han informado cuándo va a empezar el ciclo de eventos presenciales. Por el momento yo creo que hay que buscar la forma de practicar escalada fuera de las competencias”, asevera la universitaria, quien también considera que ha sido un reto adaptarse a las clases a distancia. 

Marianne Bergerault se ejercita en el hogar, potencializando su salud cardiovascular y aumentando su capacidad pulmonar con actividades como saltar la cuerda, además de realizar sesiones alternadas de ejercicios de brazo, pierna y abdomen, para incrementar su fuerza. Todo esto como parte de esa cultura de activación física que tiene inculcada desde hace tiempo. 

“Desde antes de entrar al equipo de la UNAM ya tenía una rutina de entrenamiento, llevo escalando muchos años. Lo que he hecho durante esta cuarentena es mantener esa rutina para no salirme, de un día para otro, de la costumbre, y al mismo tiempo me he mantenido en contacto con el entrenador Arturo Alavez, le mostré todo mi plan y lo fuimos complementando”, comparte Bergerault Fernández.

La alumna deportista considera que ha sido difícil mantenerse en forma durante el actual aislamiento social debido a la pandemia, ya que su disciplina requiere un lugar específico para su práctica, por lo cual ha perdido el “callo”, literalmente. 

“En la escalada es primordial la piel en las manos, con el confinamiento se perdió todo el callo. Agarraba una piedra y hacía algunos ejercicios con ella para intentar que no se perdiera, pero pues sí se perdió”, afirma. Y es que, al ser un engrosamiento de la capa externa de la piel que busca protegerla de un estímulo constante, el callo es un elemento primordial en las manos de los escaladores, igual o hasta más importante que la fuerza muscular. 

Sin embargo, con el semáforo epidemiológico en color naranja, reabrieron los gimnasios y algunos muros de escalada, con lo cual la atleta ha retomado, poco a poco, sus entrenamientos. “Escalo una hora y media, muy relajado todo. Por lo mismo de haber perdido fuerza durante el confinamiento, podría lastimarme muy fácil. Intento ir al menos dos veces a la semana para agarrar ritmo antes de hacer más ejercicios de fuerza”, precisa Marianne Bergerault, quien logró medalla de plata en el Campeonato Nacional de Bloque 2020, celebrado en marzo del año pasado. 

El objetivo de la escalada es llegar al top, el parámetro con más valor de la prueba. Existen agarres denominados zonas, que sirven de criterio al momento de calificar a los competidores. Cada atleta tiene cuatro minutos para realizar la cantidad de intentos que sean necesarios para subir lo más alto posible en cada boulder (bloque para escalar). 

La escalada será un deporte olímpico a partir de la edición en Tokio, Japón, que está por celebrarse en el verano próximo, y en la UNAM se puede practicar esta disciplina deportiva a través de la Dirección General del Deporte Universitario.

México DF, 29/04/2021

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