Selma Rojas apunta a objetivos académicos y personales con el deporte como parte de ella

• Ante la falta de competencias, la meta es culminar la maestría y recuperarse completamente de una lesión en la rodilla.

Omar Hernández
Fotos: cortesía de Selma Rojas

 

Una vez que el deporte forma parte de la personalidad, y en medio de un contexto global en donde no es posible participar en competencias deportivas debido a la pandemia, es momento de fijar la atención en objetivos académicos y personales, sin dejar de lado la actividad física. 

Esa es la filosofía de Selma Isabel Rojas Mondragón, medallista de oro en la Universiada Nacional 2018, cuarto lugar en el Campeonato Mundial Universitario de Lucha Brasil 2018 avalado por la Federación Internacional del Deporte Universitario (FISU) y ganadora del Premio Universitario del Deporte 2018 en la categoría de mejor alumna deportista.

En el marco de la cancelación de la Universiada Nacional 2020 por parte del Consejo Nacional del Deporte de la Educación (CONDDE), a consecuencia de la pandemia por la Covid-19, la atleta puma de lucha olímpica saca la casta y lejos de renegar por la situación o decaerse ante la falta de objetivos competitivos, afirma con convicción “La práctica de mi disciplina deportiva nunca desaparecerá porque ya forma parte de mi personalidad, es una necesidad, me ayuda a ser más productiva. Cambió mi vida, mi forma de ser, el modo en que me anticipo y abordo las situaciones. Hoy no sería la misma Selma sin el deporte porque me ha dado mucho carácter y es algo que se me va a quedar”. 

A inicios del presente año, Selma Rojas estaba enfocada en ser medallista en este certamen nacional en la categoría de 68 kg, como alumna de la maestría en administración de organizaciones en la Facultad de Contaduría y Administración; estaba lista para asistir al Mundial Universitario de Lucha 2020 en Rusia y pretendía un intercambio académico en Australia. La irrupción mundial del SARS-COV-2 y el obligado confinamiento para impedir su propagación derrumbaron todos estos objetivos, pero su carácter de deportista de alto rendimiento la llevó inmediatamente a evadir la frustración y a plantearse nuevas metas sin dejar de lado el deporte. 

“Cuando sabes que ya no vas a competir, el trabajo físico aparentemente pierde sentido, pero a mí me funciona como un preámbulo antes de hacer mis actividades cotidianas. Cuando no hago ejercicio estoy de malas, siento el cuerpo más flojo; y cuando sí hago, me pongo como niña. Es algo que está integrado a mi vida. Ahora estoy concentrada en terminar la maestría y a punto de obtener un nuevo grado académico”, añade la licenciada en ciencias políticas y administración pública por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. 

En 2018, Selma Rojas obtuvo sus logros deportivos con una ligera molestia en su rodilla y poco antes del clasificatorio nacional rumbo a la Universiada, celebrado en marzo pasado en Yucatán, fue informada que tenía un menisco rasgado, por lo cual es necesaria una cirugía. Ahora pretende capitalizar la suspensión de competencias y atender ese pendiente. 

“Si por ahora no es momento de competir, entonces lo adecuado es ver las posibilidades de operarme la rodilla y hacer terapia porque la recuperación es larga y requiere tiempo. Hay que aprovechar los momentos”, sentencia Selma Rojas, quien actualmente hace ejercicios de fuerza y cardio en una bicicleta estática para mantener ese ánimo infantil que tan buen humor le suscita, antes de atender sus clases de maestría en línea.

México DF, 19/11/2020

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