Jaime Solís, una flecha sin límites con rumbo a Tokio

• El arquero auriazul entrena durante la pandemia por Covid-19 con la mira puesta en los Juegos Paralímpicos 2021.

Neftalí Zamora
Fotos: Cristina Jiménez y cortesía de Jaime Solís

 

Un accidente automovilístico que no acabó con su vida, pero sí con la movilidad de prácticamente la mitad de su cuerpo, y una pandemia por Covid-19 que registra más de un millón de decesos alrededor del mundo no son suficientes para acabar con los sueños de Jaime Solís Macías en el tiro con arco adaptado. 

La principal de esas ilusiones se llama Juegos Paralímpicos y se apellida Tokio 2021, un evento al cual buscará su clasificación en el Parapanamericano que ya tiene en la mira y aguarda disciplinadamente, con entrenamiento día a día y adecuada alimentación en pleno confinamiento. 

“Esos Juegos Paralímpicos serían la culminación de lo que he construido en muchos años. Lo que me motiva es que otras personas con mi discapacidad vean que es posible llegar hasta donde se quiera y que todo depende de la actitud con la que enfrentes las adversidades”, afirma el arquero auriazul. 

Vía telefónica se le escucha con alegría y optimismo, dice que siempre le han gustado los desafíos y que llegar a donde está ahora no ha sido una tarea sencilla, pues padece cuadriplejía, no tiene movilidad en las piernas ni en los dedos de las manos luego de que pasó un año en el hospital y dos más en rehabilitación para poder tener movilidad en la parte superior del cuerpo nuevamente. 

“Para poder levantar un brazo tardé tres años, hay un trabajo enorme detrás: empeño, tenacidad, buenos hábitos de alimentación y esfuerzo. Hago mucho ejercicio, pero no porque sea sólo un gusto, sino que es una necesidad. Si no lo hago, me cuesta más trabajo realizar acciones cotidianas como ir a la cama o vestirme”, detalla el atleta puma. 

Cuando logró tener movilidad, Jaime Solís comenzó a practicar tenis adaptado y poco después se acercó al tiro con arco, donde conoció a Gabriel Vera Franco, entrenador de esta disciplina en la UNAM, con quien comenzó a practicar. 

Para tirar, Jaime utiliza una especie de guante con una estructura de metal con la que puede sostener el arco, mientras que para tomar la flecha y soltarla utiliza un gatillo de arco compuesto que se activa con un sutil movimiento de la quijada. 

En casa, Solís Macías ejercita hombros, tríceps, bíceps y pecho, con el uso de ligas y pesas en las muñecas. Además, todos los domingos realiza un recorrido de 15 kilómetros en su silla de ruedas para aumentar su capacidad pulmonar. 

“Hay que hacer conciencia, las personas con discapacidad pueden viajar, hacer ejercicio o manejar un auto. Se puede hacer lo que sea, de diferente manera, pero se puede”, afirma Jaime Solís, optimista en romper el tabú que existe hacia las personas con discapacidad. 

Desde hace dos años y medio, Solís Macías practica tiro con arco en el equipo paralímpico de la UNAM y ya cuenta con un boleto para competir en el campeonato Parapanamericano que decidirá los lugares para esos ansiados Juegos Paralímpicos de Tokio 2021.

México DF, 05/11/2020

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