Asumir el reto de ser deportista de alto rendimiento acorta el camino al éxito

• El deporte competitivo exige aceptar que se debe realizar un esfuerzo extra en la cotidianidad.

Eduardo Aguilar
Fotos: Archivo DGDU

 

Pensar en el deporte competitivo o de alto rendimiento puede sonar muy demandante. Y ciertamente lo es, por ello, es ineludible que el deportista conozca que la primera etapa hacia el deporte de elite es romper paradigmas. Quien supera ese nivel de forma exitosa aprecia los resultados en el físico y la motivación crece al mismo tiempo que el nivel competitivo, lo cual propicia un convencimiento en el comportamiento del atleta, de tal modo que le permite afrontar desafíos con mayores posibilidades de éxito, tanto en torneos, como en cualquier otro aspecto de la vida. Así lo consideró Juan Alvarado, psicólogo deportivo de la UNAM, en un conversatorio transmitido por Facebook Deporte UNAM. 

“Aquella persona que desee hacer deporte competitivo deberá adquirir el pensamiento del alto rendimiento, aceptar internamente que debe realizar esfuerzos cada vez más demandantes, que tiene que llegar más allá en su empeño cotidiano y en su alimentación.  Al principio eso no parece divertido, pero quien de verdad lo desee tendrá que pasar esa curva de aprendizaje ya superada por aquellos que ahora tienen resultados destacados”, señaló el especialista, quien además detalló que el deporte competitivo no está peleado con el deporte recreativo, ya que el atleta de alto rendimiento puede tener etapas de preparación lúdica, mientras que quien realiza deporte recreativo puede combinarlo con cierta dosis de competencia. 

En el caso del deporte adaptado, no sólo se demuestra a las personas con discapacidad que son aptas para hacer ciertas actividades, sino que también las conduce a lograr resultados más allá de lo esperado. “La discapacidad no nos limita, nos motiva y nos permite ser mejores. Es difícil, pero no hay nada que no se pueda conseguir”, afirmó Alejandrina Zamora, presidenta de la Asociación Deportiva Universitaria del Deporte Adaptado de la UNAM. 

Un ejemplo de ello es Leonardo Miguel Saldívar, alumno de la FES Acatlán y competidor paralímpico de atletismo de pista y campo, ganador de medalla de plata en 100 y 200 metros planos en la Paralimpiada Nacional Colima 2019, quien comentó que, como deportista competitivo, la mente tiene que ser reprogramada para que todo el tiempo estén presentes los objetivos. 

Es cierto que entre las altas exigencias pueden existir pensamientos de desistir, sin embargo en las adversidades se conocen los límites y ahí se debe tener la determinación para romperlos con paciencia y en armonía con el cuerpo. “Los logros siempre incentivan a ir más lejos. Siempre hay un escalón más”, dijo el atleta puma. 

“El deporte en competencia me han hecho tener una determinación para alcanzar objetivos, luego de sufrir un accidente donde casi pierdo la vida. Supe que si realmente uno no se enfoca en algo, no hay más”, abundó Leonardo Miguel Saldívar. 

Por su parte, Cathia Valdés Islas, arquera paralímpica de la UNAM, medallista de oro en el Para Gran Prix Mexicano 2019 y seleccionada mexicana rumbo a Tokio 2021, consideró que hacer deporte de forma recreativa es un hobbie, ya que no existen metas específicas, sino que se hace por otras motivaciones espontáneas. En cambio, en el deporte competitivo, esta actividad se transforma en una pasión, parte de uno mismo y se siente pérdida de los avances logrados si no se entrena. 

“En el deporte recreativo, de repente te despiertas un día y dices ‘tengo ganas de salir a andar en bicicleta’, pero a nivel competitivo ya es diferente porque el objetivo lo tienes muy presente”, concluyó.

México DF, 22/10/2020

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