Alberca olímpica de CU, 65 años de forjar campeones

•La mítica instalación universitaria cumple un año más de mantener la pasión deportiva de los jovenes universitarios.

Sabrina Andrade / Edmundo Ruíz
Fotos: Jacob Villavicencio

 

Las instalaciones acuáticas de Ciudad Universitaria cumplieron, este 10 de marzo, 65 años de funcionamiento, de hacer historia, de construir un legado universitario y mundial. La alberca olímpica albergó Juegos Olímpicos, Panamericanos, y Centroamericanos y del Caribe, hoy abre las puertas a más de mil asistente diarios, próximos medallistas, futuros campeones UNAM.

La alberca olímpica se inauguró en 1954 y fue diseñada por los arquitectos Félix T. Nuncio, Ignacio López Bancalari y Enrique Molinar. Vista desde la parte superior de una de las tribunas tiene la forma de la República Mexicana, pero si se cambia la perspectiva integra la silueta de un microscopio, el proyecto unió los ejes deportivo-universitarios bajo los que se forjó nuestra Casa de Estudios y que hoy es una de las más bellas del mundo.

Su diseño vanguardista es único en el mundo ya que une en su arquitectura tres fosas consecutivas y un chapoteadero, en las que se desarrollan competencias de natación,  polo acuático, nado sincronizado, buceo, clavados y nado con aletas. Además, su ubicación privilegiada le permite visualizar el amanecer entre los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl todos los días del año.

Su historia de seis decadas y media comenzó con las competencias de natación, de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1954, que se celebraron de manera fortuita en México tras la declinación de Panamá para albergarlos. Las instalaciones de la UNAM fueron utilizadas como sede de la justa deportiva y posicionaron a nuestra Universidad como una de las más vanguardistas del mundo.

Un año despues, en 1955, las instalaciones acuáticas fueron nuevamente escenario para las competencias de clavados, natación y nado sincronizado de los II Juegos Deportivos Panamericanos. En este certamen Joaquín Capilla mantuvo su hegemonía al refrendar los triunfos que había conquistado en Buenos Aires 51’, tanto en trampolín de 3m, así como en plataforma de 10 metros.

Fue en 1968 cuando la alberca de Ciudad Universitaria adquirió el status de olímpica, a pesar de contar con medidas oficiales desde su construcción, fue utilizada como escenario en los encuentros eliminatorios de polo acuático, además de servir como subsede para entrenamientos de clavadistas y nadadores de los equipos participantes en la Olimpiada de México 68’.

Recientemente la alberca olímpica vio crecer la carrera del tritón universitario paralímpico, Gustavo Sánchez Martínez, quien ganó dos medallas doradas, una plateada y otra de bronce en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, un orgullo UNAM. Este logro es parte del trabajo de la Dirección General del Deporte Universitario para reforzar el sacrificio de los estudiantes-deportistas que ponen en alto el nombre de la Universidad y del país.

Se dice que la historia solo la escriben los ganadores, pero en la Universidad el esfuerzo es compartido, cientos de trabajadores mantienen en perfectas condiciones la alberca olímpica para que pueda seguir contando historias de éxito, porque ellos también son parte los triunfos, de las medallas, son héroes sin capa. El equipo especializado de manteniento cada día pone a punto los 3,400 metros de superficie de las instalaciones y cuida uno de los baluartes históricos de Ciudad Universitaria.

 

México DF, 14/03/2019

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