“El alpinista es quién conduce su cuerpo allá dónde un día sus ojos lo soñaron”, esta frase del alpinista francés Gastón Rébuffant que inspiró al grupo de expedicionarios universitarios que partió para conquistar dos cimas significativas de la Cordillera Central Andina de Bolivia, el Huayna Potosí (6,088 msnm) y el Hancohuma (6,427 msnm). 

El grupo arribo a la ciudad de La Paz, capital del país Boliviano, ubicada a 3,600 msnm, para concluir su capacitación en el curso superior de Alta Montaña en la Asociación de Montañismo de la UNAM. 

Antes de atacar la primera cumbre, Huayna Potosí, la cima más deseada de la Cordillera Central, los montañeros auriazules realizaron prácticas de escalada en hielo en el glaciar de esta montaña como finalización de su preparación, ya que en México no existen paredes de hielo y las que había en el Iztaccihuatl han desaparecido por el calentamiento global, explicó Javier Quetzalcóatl Rivera Ayala, instructor de alta montaña y jefe de la expedición. 

Ya listos iniciaron la escalada a la cumbre del Huayna Potosí no sin peligro, “el hielo era muy quebradizo, incluso peligroso” comentó el jefe expedicionario.  Solo nueve alcanzaron la cima, ya que tres tuvieron que descender por molestias de una compañera del grupo no se sintió en condiciones, así que dos de sus compañeros se ofrecieron a acompañarla en el descenso por seguridad. 

Tras dos días recuperación, el quipo universitario se trasladó a Sorata, un pueblo a cinco horas de la Paz y desde allí comenzó la aventura de más de cuatro días al Hancohuma, tres días para acercarse a la base de la montaña y uno más para atacar cima.

Desafortunadamente, una vez más el calentamiento global les jugó una mala pasada y solo alcanzaron los 6 mil metros de altitud y se tuvieron que regresar sin coronar la cima ya que el hielo tenía muchas grietas y se desprendía con facilidad. 

Pero no todo terminó ahí, tras el revés los universitarios querían otra cima y emprendieron el camino hacia Condoriri, en el norte de la cordillera, y lograron la cumbre del ala derecha del Condor a 5,482 metros sobre el nivel del mar,  dando así por terminado su aventura por los Andes Bolivianos. 

“Estamos muy contentos de tener este tipo de expediciones, pretendemos con estos proyectos reactivar las grandes expediciones al extranjero y fortalecer la actividad de Alta Montaña para la Universidad y nuestros alumnos”, menciono Daniel Castro Tello Presidente de la Asociación.

Los expedicionarios fueron: Alejandro Collado Torres, alumno de la Facultad de Ciencias; Jorge Vázquez Martínez, alumno de la Facultad Ingeniería; Pedro Enrique Ortiz Ortega, alumno del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas; Pedro Israel Rodríguez Pérez, alumno de la Facultad de Ingeniería; Mariza Granados Báez, alumna de la Facultad de Ciencias; Cesar Fuentes Quezada, Aida Gabriela Orea Helguera y María de la Luz Ramos, ex alumnos de la UNAM; encabezados por el instructor Arturo Balderas Valencia, el monitor José Antonio Vázquez de la Cruz y Francisco Campaña Hernández, miembro de la Asociación de Montañismo de la UNAM.