Guadalajara siempre será especial para Mariana Duhne Ramírez,  doctorante en Ciencias Biomédicas, pues en esa ciudad inició y cerró su ciclo como deportista de Universiada Nacional, justa en la que compitió por ocho años representando a la UNAM. 

En la que fue su última justa se quedó con la medalla de bronce con un registro de 90 kilos en arranque y 105 de envión para finalizar con un total de 195, en la competencia que se efectuó en las instalaciones del Polideportivo Paradero de la capital jalisciense. 

“Fue una buena competencia, me siento satisfecha por esa medalla, el nivel es cada vez mayor y siempre es bueno terminar tu elegibilidad en el podio”, detalló Mariana, quien sumó de esta manera cuatro metales en dos diferentes disciplinas: atletismo y halterofilia. 

Y es que ella es de las pocas atletas dentro de la Universidad Nacional que pudo competir en estas justas por partida doble. Desde su llegada a la UNAM en el 2007, el atletismo fue la disciplina que practicó, pero en afán de mejorar su desempeño en lanzamiento de bala y martillo, encontró en la halterofilia el complemento perfecto. 

“Ya practicaba lanzamientos desde la prepa, pero no de manera tan formal, alguna vez compitiendo en un nacional conocí a Claudia Becerril. Cuando decidí venir a la UNAM a estudiar, me integré en dicha asociación”, recordó. 

La cosecha de metales durante su trayectoria deportiva no se centra sólo en Universiada. Entre Campeonatos Nacionales de Primera Fuerza, Seriales y otros torneos federados, tanto de atletismo como de halterofilia, la suma asciende a más de 30 metales. 

Para la oriunda de Querétaro, la práctica del deporte es esencial en su vida, pues desde los ocho años inició con natación, es por ello que durante 36 meses pudo combinar halterofilia y atletismo, hasta que llegó el momento de decidir. 

“Los dos deportes me encantan  pero ya no me daba tiempo de competir ambas cosas, en el 2014 me decanté por uno y quería concentrarme en el doctorado, mi prioridad es eso. Fue una decisión difícil porque me gusta lanzar pero halterofilia realmente me atrapó, el ambiente, la competencia y sobre todo, las cargas de trabajo son menores que en el atletismo”, recordó Mariana, quien estudió la Licenciatura en Investigación Biomédica Básica. 

Ahora a punto de culminar su doctorado, Mariana busca una última meta dentro del deporte. En noviembre, Mérida será la sede del Campeonato Mundial Universitario, por lo cual acudir a este certamen y ganar una presea, sería la mejor manera de cerrar un ciclo. 

“Me quiero ir al extranjero a desarrollar mi carrera, seguiré haciendo deporte pero mi pasión es la investigación. Tomé esa decisión en mi vida”, concluyó.