Medicina del Deporte da recomendaciones para realizar actividad física en caso de contingencia ambiental

• Sesiones cortas por la mañana o por la noche y que personas con enfermedades respiratorias se abstengan, son las principales sugerencias.

Omar Hernández
Fotos: Jacob Villavicencio

 

La recomendación que formula la Dirección de Medicina del Deporte de la Dirección General del Deporte Universitario sobre la realización de actividad física durante una contingencia ambiental es, en primer término, estar atentos y respetar las indicaciones que emitan las autoridades competentes. Y si se dan las mínimas condiciones que posibiliten la actividad física, reducir el tiempo de las sesiones y hacerlas por la mañana o por la noche, además de que las personas con enfermedades en las vías respiratorias se abstengan de hacer ejercicio al aire libre.

“Si tenemos alguna alergia respiratoria o padecemos alguna enfermedad que está controlada pero se puede exacerbar en ese momento como el asma, las rinitis o alguna infección de vías respiratorias, no se debe tener actividad física porque aumentará la sintomatología e incluso, en personas asmáticas, podría desencadenar en una crisis aguda”, explicó la doctora María Eugenia Acuña, coordinadora de atención médica, quien añadió que los deportistas que no tienen estas patologías pero vienen saliendo de una enfermedad respiratoria, tampoco deben exponerse, a menos que hagan su actividad física intramuros.

Las personas que no padecen enfermedad alguna, sí pueden realizar actividad física pero en determinados lapsos del día: entre las 6:00 y 7:00 de la mañana o después de las 19:00 horas, cuando teóricamente se han dispersado las moléculas de contaminación.

También se debe disminuir el tiempo de la sesión de actividad física. Por ejemplo, si una persona está acostumbrada a realizar una hora de ejercicio, se recomienda reducirla a 40 ó 50 minutos. Con esta medida no se pierde forma física y se previenen situaciones adversas en la salud provocadas por la contaminación.

Otras recomendaciones son aumentar la ingesta de líquidos, cítricos, tener una dieta balanceada y reducir la exposición al aire libre, además de hidratarse bien antes, durante y después del ejercicio.

En una contingencia ambiental aumentan las partículas dióxido de carbono y plomo en la atmosfera, por lo cual se pueden presentar síntomas como lagrimeo constante, ardor de ojos, secreciones nasales e irritación en la faringe o garganta, que puede manifestarse en periodos esporádicos de tos y dolor de cabeza. Si los síntomas son agudos, se recomienda acudir al médico.

México DF, 07/04/2016

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