Cumple un año el Centro de Investigación Sociodeportiva

• Este espacio arrojó los primeros datos del trabajo que ha venido efectuando en este tiempo

Rodrigo de Buen
Fotos: Jacob Villavicencio

 

El Centro de Investigación Sociodeportiva, espacio creado hace un año que encabeza la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), en colaboración con la Dirección General de Actividades Deportivas y Recreativas (DGADyR), arrojó los primeros datos del trabajo que ha venido efectuando en este tiempo.

Pedro Isnardo de la Cruz, Coordinador de Investigación de la ENTS, junto con Eunice García Zúñiga, jefa de la División de Estudios Profesionales, y Juliana Ramírez Pacheco, jefa de la División de Estudios de Posgrado de esta entidad académica, dieron cuenta de los resultados que en esta primera etapa de trabajo del Centro, arrojó con alumnos que integran las distintas disciplinas deportivas, de los representativos auriazules que compiten en la Universiada Nacional.

“El Centro consolidó en 2014 dos diagnósticos, uno referente a trayectorias y otro de índole social. Se nos presentó un abanico bastante amplio para trabajo social, relacionado al ámbito del deporte de la Universidad. Elegimos una línea de trabajo para realizar un diagnóstico  de manera conjunta, entre el ámbito de la práctica escolar y el servicio social”, señaló Isnardo de la Cruz.

El grupo de prácticas lo constituyeron alumnos de la ENTS, quienes aplicaron una muestra a 186 deportistas representativos de la institución. Los instrumentos que se aplicaron estaban divididos en cinco dimensiones: socioeconómica, rendimiento académico, información personal y familiar, así como redes de apoyo. “El objetivo era comprender la dinámica familiar, social y deportiva, en la que se desempeña el deportista representativo de la UNAM. Sobre todo, para identificar los elementos facilitadores y obstaculizadores, de la práctica deportiva. Los jóvenes en su mayoría, pertenecen a una familia nuclear, pocos son los que están  en una familia mono parental y la figura del entrenador, se vuelve fundamental para ellos, pues además de lo concerniente al trabajo deportivo: el apoyo de ellos se da en la parte emocional, afectiva, escolar”, dijo Eunice García.

   “Algunos de los resultados que arrojó la encuesta señala que del universo de atletas universitarios que representan a la institución en las 17 disciplinas deportivas que comprende el programa de Universiada Nacional, el 53 por ciento son hombres, el resto mujeres. El 20 por ciento de los alumnos de este universo, proceden de la Facultad de Ingeniería, le siguen de las facultades de Arquitectura, Contaduría y Administración. Y en menor medida, hay alumnos de casi todas las entidades académicas y también, de algunas FES”, comentó Juliana Ramírez.

En el ámbito social y deportivo, el estudio señaló que los estudiantes-deportistas de la UNAM, en su gran mayoría, se ubican en un nivel socioeconómico medio-alto y obtienen un apoyo muy fuerte de parte de sus familias, para llevar a cabo la práctica de su deporte. Un alto porcentaje de los alumnos encuestados, señaló que sus padres practicaron también algún deporte, en su juventud.

No cuentan con una beca de apoyo y quienes mayoritariamente les apoyan, son sus familiares. Existe además, señaló el estudio, una red de apoyo e identificación entre sus mismos compañeros de equipo, así como con sus entrenadores. Una problemática que tienen los deportistas universitarios, y que marcó el estudio, es el empalme de sus horarios de clases, con los entrenamientos. Ello representa en algunas ocasiones, que se genere un rezago en el desempeño escolar de los alumnos.

“Los alumnos refieren que el ámbito deportivo les propicia y genera muchas herramientas de vida, en el sentido de un bienestar para su salud, así como la creación de valores que trascienden más allá del deporte, dentro de su vida cotidiana. Manifiestan también que su expectativa de vida, a largo plazo, es el poder dedicarse a la carrera que se encuentran estudiando. Y a corto plazo, invierten  en su etapa competitiva, un mayor tiempo a su carrera deportiva, pues son conscientes de que es efímera y subsiste, solamente el tiempo que dura la propia escuela, así como la edad que cada deporte señala para su práctica, en los reglamentos de competencia.

“Si bien hay un apoyo solidario y permanente de la familia, los alumnos también encuentran que es importante mantener un buen rendimiento en sus estudios. Generar también, de la mejor manera posible, un compromiso hacia el ejercicio de su profesión y concluir su licenciatura y lograr aspirar a estudiar un posgrado”, comentó Pedro Isnardo.

Los alumnos señalaron en su mayoría, que es importante trabajar a nivel institucional, la parte de la integración óptima al interior de los equipos. Fortalecer la comunicación, el compañerismo entre sus integrantes (alumnos, entrenadores, autoridades). Y generar otro tipo de estrategias para que, en efecto, a nivel escolar, la institución pueda otorgarles una flexibilidad, sobre todo, en los momentos en los que ellos tienen que salir de la ciudad, a competir por la Universidad.

En otro aspecto, el centro se encuentra preparando, en una segunda fase de trabajo para este 2015, una encuesta a la comunidad universitaria, sobre la no participación a la práctica del deporte. En aras de coadyuvar con otras áreas como la psicología, la medicina, la sociología, la encuesta espera arrojar resultados que ayuden a combatir el sedentarismo, la obesidad, y con ello, todas las enfermedades y situaciones de riesgo para la salud, que generan esos hábitos.

México DF, 07/04/2015

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