Baloncesto auriazul se renueva

•César Flores y Manuel Gascón, capitanes de la quinteta auriazul, buscan acceder a la Universiada Nacional 2015

Rodrigo de Buen
Fotos: Jacob Villavicencio

 

Luego de un buen año 2014 que tuviera el basquetbol  varonil de la UNAM, para este 2015, ante la salida natural de varios jugadores que concluyeron su elegibilidad, viene el inexorable proceso de renovación para la quinteta felina. Una vez superada la sangría de esas bajas, Daniel Gómez León, entrenador de la selección superior, designó para este año, como capitanes del equipo, a sus dos pies veteranos, César Armando Flores Sánchez, quien estudia el noveno semestre de Administración en la Facultad de Contaduría y Administración. Y a Manuel Gascón Trillo, estudiante de octavo semestre de Ingeniería Mecánica, en la Facultad de Ingeniería.

César es el movedor del equipo y Manu (como afectuosamente le dicen sus compañeros), se desempeña como poste. Ambos jugadores tienen muy presente el reto y compromiso que implica, encabezar a estos Pumas de baloncesto, de cara a los compromisos que tienen en puerta este año: la Universiada Nacional 2015 y el torneo de la Asociación de Basquetbol Estudiantil (ABE).

“Al concluir la Universiada del año anterior, se fueron varios jugadores y entraron muchos nuevos. Tenemos un semestre trabajando con este nuevo grupo y asumimos la responsabilidad de encaminar nuestros esfuerzos, para alcanzar los objetivos que nos planteamos”, refiere César quien, asegura, sentirse contento con este reto de ser capitán.

“Buscamos acoplarnos con los nuevos compañeros, hemos entrenado muy fuerte y  queremos que todos jueguen y tengan un papel importante en la cancha. Esto es un juego  en equipo y estamos encontrando esa compenetración y conocimiento entre todos. Llegó  una camada con mucho talento. Quizás falte experiencia, pero poco a poco  el equipo ha ido creciendo. Los chicos han ido acumulando minutos dentro de la duela y se están desarrollando”, comentó Gascón Trillo.

Los Pumas del deporte ráfaga, en esta versión de 2015, buscan  compensar la falta de estatura que carece el equipo, con un estilo rápido, dinámico, agresivo, de correr y apretar al rival en cualquier parte de la duela, tanto a la ofensiva, como a la defensiva.

Para estos jóvenes universitarios, la ilusión de llegar nuevamente a la Universiada Nacional, les hace redoblar esfuerzos en cada entrenamiento. Saben de antemano, que el camino para llegar a Monterrey (sede este año de la fiesta deportiva universitaria en la UANL), no será fácil.

“En febrero arrancamos con la fase estatal de clasificación y posteriormente, pensamos estar en el regional (del cual seremos sede), para buscar el boleto a la Universiada. No importan los sacrificios que haya que hacer. No es fácil combinar la escuela con la práctica de un deporte a un nivel importante y destacado, pero todos quienes estamos involucrados en esto, nos organizamos para poder cumplir con los compromisos escolares y deportivos, que se nos presentan”, explicó César Flores.

Ambos jugadores contemplan al basquetbol como un deporte que les ha permitido vivir emociones y experiencias únicas y de vida. “Nos apoyamos mucho en el equipo, y dado que el básquet es nuestra vida, hacemos con mucho gusto lo que nos toca. Pasamos prácticamente todo el día en C.U., la Universidad es no solo nuestra casa académica, sino también el lugar donde estamos aprendiendo responsabilidades nuevas. Poniéndonos retos nuevos, forjando el carácter, haciendo las cosas con el corazón y desarrollando un amor por nuestro deporte y nuestra institución”, dijo Manu.

El hecho de poder representar a la UNAM, es motivo de orgullo y satisfacción, pues reconocen todo lo que la institución les ha brindado a lo largo de su formación académica. Y es a través del deporte, una manera que encuentran para poder retribuirle, por medio de sus actuaciones deportivas, un poco de l mucho que les ha ofrecido.

“La Universidad nos da todo y representa en mi vida, mi forma de ser. La UNAM me ha forjado”, señaló César. En tanto que para Manu, el ser un Puma implica educación, valores, ideales, una identidad propia y respeto.

Coinciden en señalar que la experiencia deportiva que les está dejando el representar a la institución, es invaluable. “Implica mucha responsabilidad, compromiso. Muchas alegrías, algunas tristezas. Experimentamos sentimientos que generan satisfacciones y aprendizaje. Venir aquí, entrenar, disputar partidos y escuchar una goya, portando estos colores, es una inyección de ánimo y júbilo especial. Queremos estar en los primeros planos este año y por ello día a día, no escatimamos esfuerzos para alcanzar las metas que nos hemos trazado. Como Pumas, dejaremos todo el esfuerzo, sudor y pundonor que haya que poner, dentro de la duela, para lograrlo”, concluyó Flores Sánchez.

México DF, 17/02/2015

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