Con la experiencia a cuestas de haber estado en dos campeonatos mundiales de futbol, sub 20 (Alemania 2010 y Japón 2012), además de unos juegos Panamericanos (Guadalajara 2011) y una Universiada Mundial (Shenzhen, China, 2011),  la vida le presenta ahora la oportunidad de poder asistir a su primera copa mundial de mayores, este año en Canadá.

Seleccionada nacional de futbol soccer, Valeria Aurora Miranda Rodríguez, con 22 años de edad, tiene muchas historias y experiencias que el futbol le ha brindado. Joven universitaria, estudiante del quinto semestre en la Facultad de Psicología, Valeria inició su camino dentro del balompié cuando tenía 8 años, en la Organización Pumitas C.U. De ahí pasó a los representativos menores de la Universidad. De los once a los 18 años, la representó en Olimpiadas Nacionales y a pesar de que desde hace cuatro años pertenece al representativo femenil de futbol superior de la UNAM, no ha podido estar presente en una Universiada Nacional. Por ello, 2015 se perfila como el año en el que pudiera debutar en la máxima justa deportiva estudiantil de nuestro país, aunado a la posibilidad de ir a su primer campeonato mundial de futbol mayor, así como a sus segundos Juegos Panamericanos.

“El futbol es un estilo de vida, es mi terapia y mi pasión. Este deporte me ha forjado un carácter y personalidad. Además, me ha dado la posibilidad de viajar y conocer lugares que quizás nunca antes hubiera imaginado, tanto de mi país, como del extranjero. A pesar de ser muy joven, practico el futbol a un nivel de alta competencia y la oportunidad de representar a mi país, es un orgullo y compromiso muy grande que he vivido”, aseguró.

Para Valeria, la UNAM, su casa natural desde pequeña en este deporte, le permitió crecer y aprender los fundamentos básicos que le han acompañado a lo largo de su vida. “Aquí me formé. Es mi hogar y adquirí los valores que fomenta la institución, más allá del deporte mismo. Desde Pumitas aprendí a querer estos colores. Adquirí una identidad como universitaria desde muy chica. El desarrollo que he tenido como deportista y como estudiante, se lo debo a mi universidad. Estudié en el CCH Sur e inicié mi carrera universitaria en la Facultad de Filosofía y Letras, estudiando pedagogía. Me cambié después a Psicología y la UNAM me ha dado mucho de lo que hoy soy, junto con el futbol”, comentó.

Miranda Rodríguez no oculta el orgullo que le genera portar la casaca azul y oro. “Ser un puma es algo importante, representas a la garra y el espíritu universitario. El hecho de ir a representar a mi país, implica también, representar a mi Universidad y eso es algo demasiado grande. Ser puma es tener carácter y luchar constantemente por tus sueños y anhelos”.

En este marco, Valeria le da el crédito que se merece a su familia. “Ellos son el impulso que muchas veces me ha hecho dar ese extra cuando las fuerzas flaquean. Practicar este deporte a un alto nivel y llevar la escuela de la mano, no resulta fácil. Hay ocasiones que el cansancio te quiere hacer tirar la toalla. Es cuando aparecen mis padres (Sara y Roberto), y mis hermanos (Sebastián y Jerónimo), dándome el ánimo  y su apoyo incondicional”.

El Mundial

México estará presente en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, Canadá 2015. El certamen se celebrará del 6 de junio al 5 de julio en ciudades como Edmonton, Montreal, Vancouver, Moncton, Ottawa y Winnipeg, del país de la hoja de maple. La selección mexicana, al mando del entrenador Leonardo Cuéllar, se ubica en el grupo F, junto con Francia, Inglaterra y Colombia. 24 selecciones buscarán la gloria en este campeonato y Valeria aspira a estar presente en este Mundial, portando la casaca verde.

Jugadora que se desempeña como defensa central o bien como lateral izquierda, ha mostrado sus virtudes y talento en los distintos representativos universitarios en los que ha jugado, lo que le ha valido ser llamada a selección nacional en distintas etapas de su vida. Viajes y largas concentraciones, han sido una constante en su carrera deportiva. Ello ha implicado sacrificar o dejar de lado, muchas cosas. Sobre todo con la escuela y con la familia, amigos y pareja.

“Cuando emprendes el camino hacia un sueño, eres consciente de que unas cosas son por otras y aprendes a vivir con ello. Yo no me arrepiento. Las fiestas y reuniones, van y vienen. Los mundiales y torneos en los que he estado, no. Este es el tiempo y el momento para hacer y dedicarle tiempo a esto. Al final, han sido más las alegrías que me ha dejado este camino”.

Y sobre el sueño del mundial, asegura: “Me ilusiona ir a un mundial. Este año coincide que tanto este certamen, como los Juegos Deportivos Panamericanos, son en el mismo país (Canadá). Siempre va a ser increíble llegar a un certamen internacional. Pero una copa del mundo, es el punto máximo al que aspiras estar presente, como futbolista. Me ilusiona demasiado. Amo a mi país y la emoción de representarlo en una competencia de ese calibre, es incomparable”, concluyó.