La selección femenil de futbol asociación de la UNAM, actual subcampeona de la Universiada Nacional, se prepara arduamente para la revancha que tienen en su afanosa búsqueda por obtener el metal dorado de este certamen en su edición 2015.

Andrea Guadalupe Romero Olivares, alumna del octavo semestre de la carrera de Química en Alimentos, en la Facultad de Química, es la capitana del conjunto felino y tiene claros los objetivos que junto con sus compañeras y entrenadores se han trazado para este año en la justa que se desarrollará en Nuevo León.

“Fue algo muy difícil, teníamos un sentimiento de enojo luego de haber perdido la final del año anterior en Puebla ante el Tecnológico de Monterrey. Reflexionamos como grupo al respecto y nos dimos cuenta que no era nada malo haber logrado un segundo lugar a nivel nacional. Sin embargo, nos quedó esa espinita clavada y hemos trabajado desde el año anterior para llegar mejor preparadas, más fuertes, con mayor experiencia y con la mente puesta en conseguir, ahora sí, la medalla de oro”, aseguró la delantera.

El futbol femenil universitario es una de las disciplinas que en los últimos años le ha brindado satisfacciones a la institución. El metal dorado lo han obtenido anteriormente en las ediciones de 2005, en Toluca; y 2009, en Morelos. Además de las preseas argentas del año anterior en Puebla y en Veracruz 2012.

En su rol como capitana y referente del equipo, Andrea Romero sabe de las responsabilidades que tiene con su equipo, dentro y fuera de la cancha. Asume el compromiso y destaca su pasión por este deporte y don de gente, como persona. “Ser capitana significa nunca darte por vencido. Significa llevar a tu equipo hasta lo más alto y no rendirte nunca. No bajar los brazos y, sobre todo, ver por las demás integrantes”, externó con firmeza.

Para Andrea Romero, la responsabilidad de llevar puesta la camiseta de la UNAM, es motivo de orgullo, compromiso y pasión. “Ser puma es parte de mi identidad. Representa el amor y agradecimiento que tenemos por esta gran institución que es la UNAM”, confesó.

En su faceta como alumna y atleta, Romero Olivares no duda en destacar el papel que la Universidad ha tenido en su vida. “Además de darme educación, desde la Preparatoria y ahora en la licenciatura, me ha dado la posibilidad de crecer como ser humano en distintos frentes”, comentó.