Fue el pasado fin de semana cuando Víctor Alcalá estuvo en el entrenamiento de los Pumas, con la colaboración de la Dirección General de Actividades Deportivas y Recreativas (DGADyR) de la UNAM, el Club Universidad Nacional, A. C. y del Centro Médico ABC en asociación con la organización Make a Wish.

A las 11 de la mañana del pasado sábado arribó Víctor Alcalá al Estadio Olímpico Universitario, acompañado por su mamá, tíos y primos. Afuera del recinto, lo esperaban las integrantes voluntarias de Make a Wish México, una organización sin fines de lucro encargada de cumplir los deseos de niños con enfermedades como la de Víctor Alcalá.

Cuando le dijeron que conocería al defensa paraguayo, el niño de 14 años se mostró muy contento y emocionado. Dice que su abuelo, quien ya falleció, era aficionado de los Pumas y por eso él y casi toda su familia son auriazules.

Darío Verón es su jugador favorito “porque es el mejor defensa del equipo”, aunque también admira a Javier Cortés y los “Pikolines”.

Víctor Alcalá nunca había estado en el Estadio Olímpico, siempre ha visto por televisión los partidos de los Pumas, por lo que al entrar a la cancha no pudo contener sus ganas de tomar fotos del entrenamiento y sacarse la “selfie”.

Para cuando los jugadores terminaron el entrenamiento, él ya los esperaba ansioso en las bancas para que le firmaran su camiseta, póster y balón.

El primero en acercarse fue Daniel “Hachita” Ludueña, quien lo saludó amigablemente.

Así, uno a uno, fueron pasando los futbolistas y Víctor no cabía de emoción al fotografiarse con Ismael Sosa, Luis Fuentes, Josecarlos Van Rankin, Leandro Augusto, David Cabrera, Fernando Espinosa, Alejandro y Marco Antonio Palacios.

“!Hola Víctor! ¿Cómo estás? ¡Me dijeron que tenías muchas ganas de conocerme!”, le dijo Darío Verón.

Un tímido “bien..., gracias” respondió el joven, quien con tanta emoción sólo pudo expresarle su admiración y decirle que apoya al equipo.

Se tomaron juntos la tan ansiada foto y el central paraguayo se despidió: !Cuidate mucho, Víctor!

Las sorpresas no pararon pues, casualmente, se encontraba de visita en el club uno de los últimos ídolos auriazules en los últimos años: Gerardo “Jerry” Galindo.