Puebla, Pue (enviados).-Con 22 años de edad, la estudiante del noveno semestre en la Facultad de Contaduría y Administración, Gabriela Gissel González Huchin, medallista de plata en la prueba de 20 kilómetros de caminata, este segundo lugar le provoca una extraña mezcla de satisfacción y coraje, pues durante casi todo el trayecto de la competencia, lideró la prueba.

Sin embargo, en la recta final, el embate de la competidora Rosalía Ortiz, de la Universidad Autónoma del Estado de México (y a quien tuvo detrás de ella en toda la carrera), no le permitió soportar el esfuerzo del último trecho y se conformó con este logro.

“Estoy feliz, pero no me siento satisfecha, pues todos buscamos el oro. El año anterior obtuve la medalla de bronce, ahora creo que pude haber tenido un mejor logro, pero así es el deporte. El año próximo habrá Universiada Mundial y ese será mi nuevo objetivo y conseguir el oro en la Universiada Nacional 2015”, señala convencida.

Gabriela tuvo un registro de 1 hora, 40 minutos y 20 segundos. Irónicamente, su registro es diferente, por cerca de cuatro minutos (1:36), con el logrado hace un año en Culiacán, donde obtuvo el bronce y ahora su presea, fue de segundo lugar. “Es irónico, pero a la vez lógico, pues estábamos a nivel del mar allá y aquí en Puebla, la altura es distinta y el calor fue muy intenso durante la prueba, este día.

“Me arriesgué al estar en la punta desde el inicio, ella me iba conejeando, jaló muy fuerte en el cierre y ya no la pude alcanzar. Debo buscar ser mejor y subir de nivel. Estoy en un proyecto en el que nos encontramos los mejores marchistas del país. Tenemos la mira puesto en los Juegos Centroamericanos de Veracruz, luego pretendemos estar en Toronto, el año entrante y objetivo principal, los Juegos Olímpicos”, aseguró.

Cerca del final de sus estudios universitarios, Gabriela afirma que aunque no es fácil combinar su deporte y los estudios, pero eso no la amilana, pues sabe de los sacrificios que ha hecho en aras de lograr sus objetivos, no se arrepiente en lo absoluto y asegura que cada una de esas cosas que ha tenido que dejar de hacer, ha tenido su justa recompensa, tal como ocurrió este día.

“Es demasiado pesado hacer esto, vas contra tu mente y tu propio cuerpo. Sé que un buen deportista debe tener un espíritu férreo de lucha y tesón. Con una mentalidad de hierro, aprueba de todo. Me he perdido de eventos familiares, de no ir a conciertos, de salidas con amigos y muchas otras cosas, pero es esta disciplina lo que permite disfrutar momentos como este. Te dedicas en cuerpo y alma al estudio y al deporte y la recompensa viene. Es un orgullo poder representar a mi Universidad y espero poder seguir haciéndolo”, refirió orgullosa.

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