Cuando los sueños son el motor de una meta

Carlos Eduardo Noyola Ramírez, un puma de corazón

Rodrigo de Buen
Fotos: Jacob Villavicencio

 

Incursionó en la aventura de patear una pelota cuando tenía tres años, que al paso del tiempo se transformó en un balón. Carlos Eduardo Noyola Ramírez, Puma desde la cuna, ingresó a la Organización Pumitas de futbol en aquel tiempo y estuvo ahí hasta los seis, cuando combinó su estadía en Pumitas junto con los representativos de extensión de la UNAM, de los cuales guarda gratos recuerdos antes de haber dado el siguiente paso para alcanzar su sueño: llegar a ser jugador profesional de futbol y debutar en la Primera División, enfundado en la casaca de los Pumas de la UNAM.

Nacido un 30 de octubre de 1996 en la ciudad de México, actualmente Carlos se desempeña como medio de contención en el equipo sub 17 de Fuerzas Básicas, en el Club Universidad Nacional, A.C.

“Desde que tengo memoria, recuerdo siempre haber estado en los campos de futbol de la UNAM, lo mismo en Pumitas, que en los campos de los equipos de extensión o en cualquier espacio verde, dentro de Ciudad Universitaria. Desde niño soy un puma y siempre he estado en C.U. Mi mamá trabaja aquí y ese contacto con la Universidad, lo he tenido desde pequeño, no solo con el futbol”.

La idea que tenía fija desde niño era llegar a estar con los Pumas, pues su pasión por el futbol y por el equipo se alimentó tras los últimos tres campeonatos que el conjunto auriazul obtuvo: el bicampeonato en 2004, así como los torneos de Clausura 2009 y el más reciente, en el Clausura 2011.

“Llegar a Primera División, disputar una final en nuestro estadio, aportar y dejar una huella tanto como persona, como en el futbol, son los sueños que me mueven. Trabajo y me esfuerzo a diario para conseguirlo”, señaló.

De su paso por los equipos representativos de extensión, en la UNAM, Carlos guarda recuerdos. “En la UNAM aprendí a jugar futbol, además me dieron valores como la disciplina, la honestidad, la lealtad, el trabajo en equipo, el compañerismo. Maduré como persona, hice y tengo amigos muy cercanos que ahí conocí”, recuerda.

Su paso a La Cantera no lo esperaba. Narra que un buen día recibió la invitación para probarse con ellos. “Tenía 13 años, fue algo inesperado, fue un cambio radical en mi vida. Comencé a crecer más y en su momento, llegué al Club Universidad, fue un sueño cumplido para lograr el otro, estar en Primera División”.

Carlos siente que poco a poco ha dado pasos firmes. Hoy está en la categoría sub 17, pero sabe que aún queda un trecho largo por recorrer, pero dice estar en la antesala de la sub 20 y a partir de ahí, el plantel del máximo circuito del balompié nacional.

Los Pumas, su amor

Para este chico, estudiante de bachillerato, con su 1.77 metros de estatura y 67 kilogramos de peso, el apoyo de sus padres (Ivonne y Carlos), así como el de su hermano Jaime, han contribuido a que no pierda el piso, además de abrirle los ojos para que combine la escuela y el futbol.

“Mis padres me han dicho que el futbol no es para siempre. El apoyo de mi familia es fundamental, me aconsejan, me respaldan, me hacen ser disciplinado y solo tengo gratitud hacia ellos. Me hacen ver que no debo descuidar los estudios. No ha sido fácil llevar a cabo esta combinación, pero es parte del esfuerzo y sacrificio que hay que hacer y no me pesa”, dice.

Para Carlos Eduardo, la UNAM es su pasión y los Pumas su eterno amor desde niño. Ve al azul y el oro como los colores que lleva siempre en el corazón. Se le enchina la piel cada vez que escucha el Himno Deportivo Universitario, pisar los campos de La Cantera, es como el paraíso.

A sus 17 años, Carlos, quien se considera a sí mismo como un guerrero, aconseja a los chicos y jóvenes que practican este deporte, incluso en los mismos equipos por donde él pasó a que luchen siempre y no se den por vencidos nunca, mantengan siempre vivo el sueño que los moverá a darlo todo. En el camino encontrarán piedras y seguramente se caerán, pero el reto está en volverse a levantar y no claudicar, asegura.

“Mi sueño es jugar algún día en nuestro estadio y ser campeón con nuestros Pumas”, advirtió Carlos, quien tiene como ídolos al futbolista del Barcelona, Andrés Iniesta y al ex jugador auriazul, Mariano Trujillo.

México DF, 27/03/2014

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