Un nuevo enfrentamiento. Los dos mejores equipos. Dos felinos, tigres y pumas, por el mismo objetivo: el campeonato nacional de la ONEFA. Para Pumas, la oportunidad de cobrar revancha. Para Tigres, el tricampeonato. Un sólo trofeo. El escenario: el estadio Universitario de Nuevo León.

Los Auténticos Tigres, los primeros en llagar a la cita. Después, Los Pumas hicieron su entrada triunfal, tomados de la mano, unidos, como equipo. Ambas escuadras calentaban ante un estadio que poco a poco se llenaba. Los aficionados pumas iniciaban las porras. Los de Tigres respondían. El sonido local daba la bienvenida a la “gran final del futbol americano”. Los coaches dictaban las últimas instrucciones. Todos se decían listos.

Pumas CU el primero en presentarse frente a su afición. El sonido local intentó opacar el canto. Los auriazules hicieron rugir el estadio. El “goya” fue más fuerte, más imponente. Antes de iniciar, se entonó el Himno Nacional. Después, los rectores, José Narro Robles de la UNAM y Jesús Ancer Rodríguez de la UANL, dieron la patada inicial. Los capitanes presenciaron el “volado”.

Pumas inició el ataque. El nerviosismo los llevó a cometer errores, a no concretar jugadas. Ambas defensivas impidieron anotaciones. Un duelo cerrado. Ninguno quiso ceder yardas. El primer cuarto terminó con la pizarra 0-0.

Bastaron unos minutos del segundo periodo para que los Auténticos Tigres abrieran el marcador con un touchdown de 36 yardas de Diego González. El bloqueo de la defensiva Puma impidió la suma del punto extra. 6-0 a favor de los locales. La reacción de Pumas no se hizo esperar. Julio César Sánchez interceptó el balón y colocó a su equipo cerca de la zona de anotación. Herminio Rojas y el punto extra de Alan Paoli concretaron para los visitantes.

La siguiente serie ofensiva auriazul provocó el abucheo de la tribuna tigre. Irving Alamilla recorrió 55 yardas hasta llegar a las diagonales. El festejo incluyó gritos, abrazos, choque de manos; era una anotación rumbo al campeonato. Los de la UNAM ganaban 6-14.

La respuesta de los de la Sultana del Norte fue casi inmediata. Un acarreo de 13 yardas de Joaquín González, más el punto extra de Jesús Villanueva puso el marcador 13-14. Con la mínima diferencia los equipos se fueron al descanso.

En el medio tiempo, el staff de coacheo Puma dio indicaciones, repararon los errores, aumentaron la ventaja. En la cancha la banda de la Autónoma de Nuevo León amenizó la fiesta. Los aficionados, expectantes. La diferencia en el marcador era mínima. Restaban sólo dos cuartos para conocer al campeón, al mejor equipo de la temporada 2013.

Los conjuntos regresaron a la cancha con la firme convicción de ganar. Los Tigres continuaron el ataque. Después de varias juagadas ofensivas consiguieron un gol de campo de su pateador Jesús Villanueva. Dieron la vuelta al marcador. La diferencia ya era de dos puntos. El tercer cuarto concluyó con la captura del balón de René Espinoza tras la falla tigre en el regreso de patada.

El último cuarto inició con la continuación del ataque ofensivo de Pumas CU. El quarterback auriazul, Bruno Márquez, conectó con Heriberto Salazar para la tercera anotación de los visitantes. “Sólo 11 minutos” gritaba en la caja de coacheo. Once minutos los separaban del campeonato. La porra puma cantaba el “goya”, animaba a su equipo. La tensión se apoderó del estadio.

Seis minutos para el final. La ofensiva puma al ataque. Pase de Márquez de 29 yardas. Gerardo Aguilar en la recepción. Anotación. El 16-28 definitivo. El resto sólo fueron jugadas de trámite, que el reloj avanzara. Pumas CU tenía el campeonato.

Mientras, Tigres intentaba atacar. Los auriazules festejaban. El head coach, Raúl Rivera recibió el tradicional baño del “cooler” de los jugadores. Los abrazos y felicitaciones fueron más importantes que lo que sucedía en el campo. Balón para Pumas. El jugador se hincó. Diez, nueve, ocho, siete… Pumas CU, campeón de Liga Mayor de la conferencia de los Ocho Grandes.

Los “goyas” retumbaron en cada rincón del estadio Universitario. La afición y jugadores portaron las playeras de campeón. La tribuna local abandonó rápidamente el recinto. Fue una fiesta azul y oro. Los jugadores dieron la vuelta olímpica con el trofeo en las manos, lo besaron, lo acariciaron, sonrieron. Gritaron, contaron.

Las luces del estadio se apagaron. Pumas CU terminó el trabajo con la determinación como fórmula. Logró el trofeo número 25 para la UNAM. Cumplió el objetivo: el campeonato de la ONEFA 2013 y acabó con 47 años sin ganarle a los Auténticos en casa.