Campeón Olímpico Mexicano, en Prepa 8 de la UNAM

• Bernardo Segura Rivera habló de su trayectoria deportiva ante estudiantes de ese plantel

Por Ana Yancy Lara Maldonado
Foto Jacob Villavicencio Z.

 

Lo que hace 13 años fue una amarga experiencia, hoy se convirtió en una motivación para más de 200 jóvenes preparatorianos que escucharon con atención al marchista Bernardo Segura Rivera, quien fuera despojado de la medalla de oro en la prueba de 20 km., en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.

A invitación de las autoridades de la Preparatoria 8 “Miguel M. Shultz”, Segura Rivera platicó cómo se sobrepuso a esta situación. “Cualquiera se hubiera suicidado o algo así, yo seguí entrenando, me costó trabajo. Todo se puede siempre y cuando seas constante, veas siempre hacia el frente”, sostuvo.

El también medallista de bronce en Atlanta 1996 habló del respeto, la disciplina y la responsabilidad que da la práctica del deporte. Señaló la importancia de la realización de actividad física entre la población y se pronunció en contra de sedentarismo que causa enfermedades como diabetes, hipertensión arterial y cardiacas, entre otras.

Al compartir sus vivencias Bernardo busca estimular a los jóvenes a una mejor vida, a ser constantes y alcanzar sus sueños, pues, dijo que “para que el oro sea bonito tiene que pasar por el fuego para ser moldeado”.

Entre “goyas” y porras de los “Leopardos” de la prepa 8, el atleta, además, recibió un reconocimiento de la UNAM, por su trayectoria como deportista, que le entregó Ángel Huitrón, subdirector del plantel, en representación del titular Raymundo Velázquez Martínez.

Segura Rivera se basó en su experiencia deportiva, recordó sus victorias, sus derrotas, su trago amargo en Australia al ser descalificado en la prueba de los 20 kilómetros marcha y ser despojado del oro a los 20 minutos de haber obtenido el triunfo.

El egresado de la carrera de Ciencia Política, por la Autónoma del Estado de México, insistió en que esa vivencia fue dura, pero que hay que seguir adelante “todos podemos superar los obstáculos y tener gran dedicación hacia el deporte o la academia”.

Finalmente, con gran orgullo, resaltó su participación en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, en donde fue acreedor de medalla de bronce, entre otras carreras ganadas como la Copa del Mundo de especialidad de 1991, donde quedó en el puesto 52; La Universiada Mundial de 1993, en la que ganó bronce, por mencionar algunos de sus triunfos deportivos.

México DF, 07/11/2013

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