Qué sufrida victoria. Los Pumas Acatlán lograron conservar el invicto luego de superar 21-14 a Lobos de la Universidad Autónoma de Coahuila y con el triunfo asegurar el primer lugar de la Conferencia Nacional a un partido de que concluya la campaña regular 2013 de Liga Mayor.

Los acatlecos del coach Enrique Zapata tuvieron que emplearse a fondo y vinieron de atrás para sacar la victoria más importante contra un complicado visitante que en todo momento estuvo arriba en el marcador y puso en jaque a los auriazules en su propio feudo que registró un lleno más en la temporada.

La victoria da a los auriazules la tranquilidad para enfrentar la última fecha ya calificados y con el primer lugar asegurado pero también prende los focos para que los felinos no se relajen pues si desean ser campeones deberán mostrar mucho más de lo que hoy pudieron ante un rival de cuidado.

Acciones

Los felinos acatlecos iniciaron bien su serie después de que el capitán defensivo, Ulises Domínguez, número 6 interceptara un envío del mariscal visitante. César Moulinie en los controles pudo mover las cadenas pero también fue interceptado en la zona de anotación para evitar los primeros puntos de Acatlán.

El duelo estaba cerrado y fue una ofensiva de los norteños la que inició el movimiento en el tanteador y que le daba la ventaja 0-7 en el primer cuarto.

Quizás el nerviosismo o la presión por empatar rápidamente provocó que Acatlán cayera en desconcentraciones y no lograban ejecutar bien.

Lobos por su parte, lucía más peligroso al grado de acercarse nuevamente a la zona de definición desde donde fallaron un gol de campo ya en acciones del segundo periodo. Acatlán se salvaba y los caninos norteños desaprovechaban las oportunidades claras que tenían a pesar de su dominio en ese primer tiempo.

Luego del descanso y con los ajustes del staff acatleco, los Pumas vinieron con una buena serie que culminaría en las diagonales visitantes. Una espiral de Moulinie con Luis Ángel Hernández y el extra de él mismo ponía cartones 7-7 que trajo la tranquilidad al seno auriazul.

Poco duró el gusto a los locales pues Lobos respondió nuevamente con una buena serie que coronaron en las diagonales y un pase al centro para poner el 7-14 ante la desesperación de la triubuna felina que exigía a los suyos mayor entrega y coraje en el duelo de invictos.

Iniciaba el último cuarto y era una lucha sin cuartel, Acatlán intentaba por tierra y por aire y fue de esa manera, con una genialidad de Luis Ángel Hernández a pase de Moulinie, cuando escapándose 40 yardas totales y con pura velocidad timbró las diagonales para empatar nuevamente el marcador 14-14.

Acatlán tenía el momento anímico y después de cuatro jugadas de los visitantes tenían nuevamente la posesión del ovoide. El viento, que soplaba fuerte evitó que los auriazules dieran la voltereta en un intento de gol de campo de Peterson, quien falló.

La defensiva felina entró nuevamente enchufada al terreno de juego, a pesar de la presión ejercida y obligar a terceras oportunidades y largo, los de Coahuila se acercaban a zona final y se conformaban con el intento de gol de campo. Lobos fallaba también.

Fue entonces que Moulinie se puso el traje de héroe y conectó pases importantes con Carlos Zepeda y una valiosa carrera personal del mismo César puso en inmejorable situación a los de casa.

15 yardas separaban a Acatlán de la ansiada voltereta. Pumas entró con coraje y entrega, Moulinie dejó el ovoide a su corredor número 3, Víctor Alejandro Alemán, quien recorrió esas yardas y entró a las diagonales para que con el extra de Hernández, pusieran el 21-14 para los locales ante la algarabía de sus seguidores.

El tiempo ya fue factor, a pesar de que Lobos intentó regresar, la defensiva y los segundos que restaban impidieron un posible empate y los acatlecos se alzaron con su octavo triunfo de la campaña regular que le da derecho a ser el número uno de la Conferencia Nacional, inamovible, con un partido por disputar y con racha de invicto.

La victoria de Pumas Acatlán fue más que emotiva y sufrida, el staff y los jugadores se han dado cuenta de que para ser campeón tienen todavía mucho que trabajar, es un buen momento para cerrar con mucha fuerza y determinación el último tramo de este camino que hoy está pintado de azul y oro.