Para Brenda Prieto Velázquez los límites no existen pues dice “te los pones tu mismo”. Y eso lo corrobora cuando llega del Mundial de Natación Barcelona 2013, celebrado del 19 de julio al 4 de agosto, con la satisfacción de ubicarse junto con el equipo mexicano de nado sincronizado, dentro de las primeras 10 selecciones del orbe, resultados históricos para México dentro de estas competencias.

“Me siento feliz porque no solo es lo que se logró en el mundial, sino todo el camino que recorres para llegar al momento. Te deja como experiencia el conocerte más como atleta, el saber si te enfocas a mejorar tu rendimiento personal, el resultado llega. Te da la oportunidad de madurar como atleta, a ser más valiente a querer ser aun mejor”, detalló la sirena universitaria, alumna matriculada en la FES Acatlán.

Y es que la representación de nado sincronizado consiguió colarse a cuatro de seis finales posibles (Dueto, Equipo Técnico, Rutina Libre por Equipos y en 'Combo'), logros que podrían considerarse los mejores para el país en la historia del Mundial FINA (Federación Internacional de Natación) pues, de acuerdo con la entrenadora nacional, Adriana Loftus, los parámetros que ahora rigen los criterios de los jueces para su evaluación son más estrictos.

El mérito de la estudiante de Ciencias de la Comunicación también radica en que compitió como titular dentro del representativo mexicano, cuando apenas hace un año formaba parte de la selección B de la especialidad y un año atrás dejó el país para radicar en China, cuna de las mejores ondinas del planeta, para mejorar su técnica.

“Viajé, conocí y aprendí de las mejores de mundo por ocho meses. Eso me sirvió para poder entrar a la selección absoluta mediante los selectivos de rigor. Previo al mundial tuvimos una serie de competencias donde mostramos que nuestro nivel competitivo es bueno”, detalló Prieto Velázquez.

Aprendizaje

Dentro de esta gira, México logró plata en el Abierto de Suiza en la modalidad “Combo” así como una destacada actuación en la Copa Trofeo que se llevó a cabo en México en diciembre del año pasado. Todos esos resultados, además de su incursión como parte de la selección B en los Panamericanos de Guadalajara 2011, hacen que Brenda no se arrepienta de haber tomado la decisión de inscribirse en este deporte.

“Fue curioso porque yo entré a este deporte, cuando tenía ocho años, porque ya no había inscripciones para natación en la Unidad Cuauhtémoc del IMSS. Mi mamá me metió y así empezó toda esta aventura. Nunca imaginé llegar a estos niveles pero cuando vas creciendo, avanzando y trabajando, te das cuenta que aquello que mirabas lejano está más cerca de lo que crees”, dijo la sirena auriazul.

De palabra fácil y agradecida con quienes la apoyan, no pierde el piso con los resultados obtenidos hasta el momento y reconoce que ha tomado decisiones que la han conducido a malos resultados, malas experiencias, pero todo eso le ha servido para forjar su carrera deportiva.

Compaginar deporte y academia no le resulta imposible, pero se requiere de disciplina, organización y paciencia: “Si no organizas bien tus actividades el tiempo te come, muchas veces la presión te hace desesperar y puede llevarte a claudicar, por eso es importante tener paciencia. Creo que si no tienes disciplina contigo mismo difícilmente podrás llevar a cabo las dos cosas anteriores”.

Su mirada apunta hacia los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, el ciclo apenas comienza y ella quiere estar ahí. Por eso ya trabaja para llegar preparada a esa justa pues aunque la fecha es lejana, Brenda recuerda cómo empezó su odisea en el nado sincronizado y se dice a sí misma: “no tengo límites”.