Cuando correr se convierte en pasión

• Silvia Alejo, en su primer Universiada Nacional, logra colgarse el bronce en el medio maratón

Rodrigo de Buen
Fotos: Jacob Villavicencio

 

Culiacán, Sinaloa.- El sol apenas despuntaba en el horizonte y sus tenues rayos contrastaban ya con el clima caluroso que abraza a esta ciudad. El amanecer de un día más en la capital sinaloense, atestiguó el disparo de salida de la prueba de medio maratón -21 kilómetros-, en un circuito aledaño al campus de la Universidad Autónoma de Sinaloa. En el grupo iba la corredora de la UNAM, Silvia Alejo Munguía, de 20 años de edad.

Estudiante del sexto semestre en la carrera de Química en Alimentos, de la Facultad de Química, la novel atleta puma, se separó del grupo y formó parte del pequeño pelotón que punteó la competencia.

“Las condiciones con el clima no fueron de lo mejor, sin embargo, creo que al venir de la altura de la ciudad de México al nivel del mar que hay por acá, me hizo sentir bien, pero el desgaste físico por la sudoración intensa es lo que te llega a afectar un poco”, dijo en relación al agobiante calor que experimentó durante la prueba.

Aunado a ello, resultó aburrido mentalmente el haber hecho el recorrido de los 21 kilómetros, en un circuito que a lo mucho, constaba de un kilómetro de ida y otro de vuelta. “Eso lo hizo rutinario y cansa mentalmente. De hecho, perdí la cuenta de las vueltas que llevaba y de las que me faltaban. Eso hizo que apretara el paso antes de tiempo, pues llegué a creer que me faltaban cuatro vueltas y aceleré, pero en realidad eran seis las que aun faltaban y eso me descontroló un poco.

Para Silvia, ésta ha sido su primera incursión dentro de una Universiada Nacional. El resultado final y la presea de bronce que conquistó, la deja muy contenta y satisfecha. “Me encanta correr, amo hacer deporte y disfrutar de los beneficios que el ejercicio trae para la salud”.

Correr es su pasión, forma parte de su vida desde hace tiempo. Esta medalla es especial y gratificante para mí, asegura, pues antes de probar en las carreras de fondo, incursioné en pruebas como los mil 500 y 5 mil, donde no tuve los resultados que esperaba y era frustrante.

Ahora veo que fue buena la decisión de cambiar de prueba y realmente me siento muy contenta con este resultado, el cual me motiva a querer superar lo hecho ahora aquí, en el futuro, señaló decidida a lograr su meta.

Para Silvia, el mérito y satisfacción es importante, pues detrás de la medalla, considera que hay sacrificios que, ahora, cobran sentido: dejar de lado la escuela, a la familia, a los amigos, reuniones. Son parte de los sacrificios que tuvo que emprender para prepararse adecuadamente y llegar a la competencia y trascender.

La recompensa llegó y se vio coronado ese esfuerzo con la presea de bronce que obtuvo para sí, para la UNAM.

México DF, 08/05/2013

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