El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), en el marco del XI Reconocimiento Nacional a las Mujeres en el Deporte, determinó el jurado calificador del mismo, otorgar este reconocimiento a dos entrenadoras universitarias: Irma Guadalupe Corral López, de la disciplina de Atletismo, en el rubro de entrenadora. Y a Luz del Carmen Delfín Eroza, como ganadora en la categoría de Jueza y/o Árbitra, en la disciplina de Gimnasia Aeróbica. El premio será entregado el próximo 27 de septiembre en ceremonia oficial.

Dignas representantes del deporte universitario, ambas fueron galardonadas en diferentes ocasiones con el Premio Puma como Impulsoras del Deporte Universitario. Luz Delfín en el 2005 e Irma Corral en el 2009.

Para la profesora Corral, la actual distinción otorgada por la CONADE y el Inmujeres, resulta algo hermoso que simplemente no esperaba recibir. “No sé cómo explicar lo orgullosa y feliz que me hace recibir esta noticia. Solo puedo expresar agradecimiento, es algo hermoso y me motiva a dar aun más de mi en el trabajo cotidiano con mis alumnos”, señaló.

Irma Corral no cesa en su intención de actualizarse y mantenerse vigente en el ámbito del atletismo nacional como entrenadora de esta casa de estudios. Prueba de ello es el recabar la experiencia que le dejó haber asistido a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en calidad de aficionada. “Uno trata de mantenerse vigente, he tomado diversos cursos y ponencias, tanto en nuestro país como en el extranjero. Tuve la oportunidad de venir a Londres y ver las competencias de atletismo y así, ver de cerca los avances que en mi deporte se han ido dando y qué mejor, que haber sido testigo de lo que pudimos apreciar en estos recientes Juegos”.

Ingeniera Civil de profesión, emocionada hasta las lágrimas por este nuevo reconocimiento, advierte que nada de lo que haya logrado, hubiese sido posible si no contara con el apoyo de su familia -integrada por su esposo y sus cinco hijos (cuatro mujeres y un varón)-, quienes, junto con la Universidad Nacional Autónoma de México, han sido su constante soporte. “A la UNAM le debo mucho, me dio una carrera universitaria, es mi lugar de trabajo en el atletismo desde hace 29 años; la posibilidad de que mis hijos se hicieran deportistas también y les dio educación y una carrera”. Aunado al reconocimiento que cotidianamente le demuestran sus alumnos y la capacidad de verlos transformarse a través de su trabajo dentro de la pista.

“No ha sido fácil poder destacar dentro de este ámbito deportivo. Tuve la calma y la paciencia para seguir adelante cuando en ocasiones el ambiente no era el mejor o más propicio para desarrollar mi trabajo. El apoyo de mi familia y de la UNAM ha sido fundamental. Este es un logro formidable, ya que por una parte, es darse cuenta de que realmente hay gente que ve y valora y como, lo que haces, no pasa desapercibido. En ese contexto, que sea el Inmujeres uno de los auspiciantes, le otorga una distinción especial”, dijo.

Por su parte, Luz del Carmen Delfín, admite su alegría y satisfacción por ser reconocida, ahora, en un ámbito distinto al de entrenadora, como jueza. “Es el primer reconocimiento a mi trayectoria como jueza internacional de Gimnasia Aeróbica. En este rubro, somos únicamente en México, tres personas quienes ostentamos esta distinción como jueza en mi deporte. Tengo palabras de agradecimiento en ello, para mi casa, la UNAM y también, para la Federación Mexicana de Gimnasia. Son ya 13 años de trabajar en la Universidad y 16 desde que estuve en Pumitas Gimnasia”.

Para acceder a ser juez internacional, se deben acreditar conocimientos y notas que van del número cuatro al número uno. “Yo soy nivel 2 y debo cubrir la asistencia a diversos torneos nacionales e internacionales para ir ascendiendo (o descendiendo, si no me aplico), en mis notas.

Para Luz Delfín, el poder combinar la faceta de entrenadora del equipo de gimnasia aeróbica de la UNAM, junto con su papel como jueza, resulta interesante y no distingue un particular gusto por una u otra actividad. “Me agrada estar calificando, sentir esa presión y adrenalina que generan las competencias. Como jueza, dejando de lado a la entrenadora que también hay en mí, al ser este un deporte de apreciación, debes tener y mantener una conducta ética, no tomar las cosas de manera personal con los competidores, ser justa. Juzgar lo que ves y actuar con rectitud pues como en todas las disciplinas deportivas, los árbitros somos susceptibles de ser cuestionados continuamente y se presta luego a malos entendidos”, comentó.

Delfín Eroza reconoce en la UNAM a su casa natural, el lugar donde ha podido desarrollar su carrera deportiva como entrenadora y jueza. “Es un orgullo pertenecer a la mejor Universidad del país y de América Latina. Me siento contenta, satisfecha y apoyada por mi casa. Este reconocimiento adquiere una distinción positiva dada la promoción, fuerza y equilibrio de género que le dota por el sello del Inmujeres y por el rubro en que me premia, como Jueza/Árbitra. La gimnasia es un deporte mixto y aquí te miden por tu capacidad y no por ser hombre o mujer y eso lo hace distinto”, señaló la egresada del Centro de Educación Continua y de Estudios Superiores del Deporte CECESD, como entrenador deportivo en Gimnasia.